El día de muerto en nuestro país es esperado con alegría, entusiasmo y deseo, por esa razón en México no se pierde la tradición de poner maravillosas ofrendas y el privilegio de estar más cerca con los muertos al menos una vez al año.
Los elementos puestos en la ofrenda tienen significados muy interesantes los cuales a pesar de que cada persona tiene sus ideas y creencias de las ofrendas hay ciertos elementos esenciales que no pueden faltar.
1. Mantel Blanco y Sal.
El color del mantel y la sal significan pureza y alegría. La sal sirve para que el cuerpo del difunto no se corrompa en el viaje de ida y vuelta para el siguiente año.
2. El agua.
La fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.
3. Velas y veladoras.
La flama que producen significa “la luz”, la fe, la esperanza. Es guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada. En varias comunidades indígenas cada vela representa un difunto, es decir, el número de veladoras que tendrá el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia. Si los cirios o los candeleros son morados, es señal de duelo; y si se ponen cuatro de éstos en cruz, representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa.
4. Copal e incienso.
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses ya que el incienso aún no se conocía, este llegó con los españoles. Es el elemento que sublima la oración o alabanza. Fragancia de reverencia. Se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro.
5. Las flores.
Son símbolo de la festividad por sus colores y estelas aromáticas. Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta, el alhelí y la nube no pueden faltar pues su color significa pureza y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños.
6. El petate.
Entre los múltiples usos del petate se encuentra el de cama, mesa o mortaja. En este particular día funciona para que las ánimas descansen, así como de mantel para colocar los alimentos de la ofrenda.
7. El pan.
El ofrecimiento fraternal es el pan. La iglesia lo presenta como el “Cuerpo de Cristo”. Elaborado de diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar.
8. El gollete y las cañas.
Se relacionan con el tzompantli. Los golletes son panes en forma de rueda y se colocan en las ofrendas sostenidos por trozos de caña. Los panes simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos y las cañas las varas donde se ensartaban.
9. Calaveritas de azúcar.
Representan los cráneos humanos. Las medianas recuerdan que la muerte está siempre presente; las pequeñas son dedicadas a la Santísima Trinidad y las grandes hacen honores al “Padre Eterno”, Dios.
10. El retrato del recordado.
Sugiere el ánima que nos visitará, pero este debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver, pero ya no existe.
11. Izcuintle.
No pueden faltar en los altares dedicados a los niños, ya que son un juguete para que las almas de los más pequeños estén felices de llegar al banquete. Se cree que el Izcuintle es el perrito que ayuda a las almas a cruzar el río Chiconauhuapan, el último paso para llegar al Mictlán, el inframundo para los mexicas.
Es muy importante de no olvidar poner estos elementos a la hora de poner la ofrenda el día de muertos y preservar correctamente dicha tradición.