Juchitán, Oaxaca es un pueblo de orígenes zapotecos en donde celebran el “Xandú”, siendo el nombre de la celebración del día de muertos, que significa “santo”. Son días muy esperados y especiales para la comunidad de Juchitán, un momento de fiesta donde se está más cerca de sus familiares fallecidos.
La celebración en Juchitán Oaxaca comienza los días 23 o 25 de octubre, con rezos y velaciones. El 28 de octubre las personas acuden al mercado principal para comprar todas las cosas que utilizarán en los altares. Todo esto porque su festejo es en octubre y no en noviembre como la mayoría.
Las creencias de Juchitán dictan que el 30 de octubre llegan los niños y 31 de octubre con ayuda del “bi”, el viento, los niños se van y los adultos llegan.
Las mujeres pasan más de medio día cocinando los platillos favoritos de los difuntos y preparando la comida que repartirán a los vecinos y familiares que vayan de visita.
Tanto hombres como mujeres participan en el montaje del altar, también llamado biguíe. Se acostumbra que los hombres construyan la estructura. La estructura puede contar con siete pisos o de un solo plano y siempre acompañado de arcos, muros adornados con hojas de plátano y sostenidos por cañas de azúcar.
Algo muy importante de la tradición Xandú, es que ellos no acuden al panteón a visitar a sus difuntos, los habitantes de Juchitán los esperan en sus casas donde van amigos y vecinos con velas, flores y comida para el altar y en algunos casos les dejan un apoyo económico a las familias.
De forma de agradecimiento las familias de los difuntos tienen que dar comida y bebida a todas las personas lleguen de visita a ver el altar.
Si una persona muere tres meses antes de octubre no se le coloca altar debido a que los zapotecas decían que; aún no llegaban a la mansión de los muertos.