8 de marzo.- Las enfermedades transmitidas de animales a humanos están en aumento y empeoran a medida que los hábitats salvajes son destruidos por la actividad humana, y los científicos consideran que los hábitats degradados pueden incitar y diversificar enfermedades, ya que los patógenos se propagan fácilmente, señala el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que un animal es la fuente probable de transmisión del coronavirus (Covid-19), que ha infectado a miles de personas en el mundo y presiona la economía mundial. Según la OMS, los murciélagos son los transmisores más probables de Covid-19.
Sin embargo, también es posible que el virus se haya transmitido a los humanos desde otro huésped intermedio, ya sea un animal doméstico o salvaje, ya que los coronavirus son zoonóticos, lo que significa que se transmiten de los animales a las personas. Estudios anteriores han encontrado que el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS por sus siglas en inglés) se transmite de gatos domésticos a humanos, mientras que el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente ha pasado de dromedarios a humanos.
“Por lo tanto, como regla general, se debe evitar el consumo de productos animales crudos o poco cocidos. La carne cruda, la leche fresca o los órganos de animales crudos deben manipularse con cuidado para evitar la contaminación cruzada con alimentos crudos”, advirtió la OMS.
“Los seres humanos y la naturaleza son parte de un sistema interconectado. La naturaleza proporciona alimentos, medicinas, agua, aire y muchos otros beneficios que han permitido que las personas prosperen”, señaló Doreen Robinson, jefa de Vida Silvestre del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
“Como con todos los sistemas, necesitamos entender cómo funciona para no exagerar y causar consecuencias cada vez más negativas”, explicó.