21 de junio (Notimex).- Investigadores australianos reportaron que si las personas obesas pierden al menos 10 por ciento de su peso y tienen un manejo adecuado de factores asociados a problemas cardiacos, puede reducir y revertir la fibrilación auricular, es decir, arritmia cardiaca frecuente.
Durante el estudio dirigido por el Centro para los Trastornos del Ritmo Cardíaco de la Universidad de Adelaida y el Instituto de Investigación Médica y de Salud de Australia Meridional (SAHMRI), participaron 355 personas con sobrepeso u obesas.
La autora principal del estudio, Melissa Middeldorp, explicó que esta es la primera vez que encuentran evidencia de que si las personas que son obesas y sufren de fibrilación auricular, la enfermedad disminuye perdiendo peso y tratando los factores del estilo de vida.
Detalló que la fibrilación auricular, el trastorno del ritmo cardíaco más común de Australia, es una de las principales causas de accidente cerebrovascular y puede provocar insuficiencia cardíaca. Explicó que algunos síntomas son: dolor en el pecho, latidos inusuales y dificultad para respirar.
El número de adultos obesos y con sobrepeso se duplicaron en las últimas dos décadas en Australia, y ahora está clasificada como una de las naciones desarrolladas con más población de personas con sobrepeso.
“El estudio mostró que si las personas obesas pierden más del 10 por ciento de su peso, y tienen un manejo posterior de otros riesgos para su estilo de vida, pueden revertir la progresión de la enfermedad”, sostuvo.
La especialista añadió que las personas que perdieron peso experimentaron menos síntomas, requirieron menos tratamiento y tuvieron mejores resultados.
Aquellos que previamente tenían síntomas sostenidos experimentaron sólo síntomas intermitentes o de hecho dejaron de experimentar la fibrilación auricular por completo.
“La progresión de la enfermedad muestra una relación directa con el grado de pérdida de peso. Sin pérdida de peso, hay una progresión de la FA a las formas más persistentes”, afirmó Melissa Middeldorp.