Gracias a Adriana Kupijy Vargas Huitrón la sierra Mixe de Oaxaca cuenta con una biblioteca comunitaria y la segunda se encuentra en camino.
La estudiante de 20 años considera que “el conocimiento no debe ser un privilegio de pocos, sino el derecho de muchos; somos células transformadoras que se contagian unas a otras, sobre todo para una transformación social”.
La también alumna de la licenciatura en Pedagogía, en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM y originaria de Tlahuitoltepec, Oaxaca, relata que en casa el castigo cuando se portaba mal era “quitarle un libro” ya que sus padres se dedicaban al arte y la educación.
Durante una conferencia de medios dijo que la biblioteca no le pertenece, sino que “es de toda la comunidad; seguiremos descentralizando el conocimiento y le daremos atención y continuidad a lo que ya tenemos”.
E hizo un llamado a la UNAM, sociedad y gobierno a que “sigan poniendo interés en los proyectos que tienen los jóvenes, porque es importante que se mire hacia nuestras comunidades, hacia nuestros contextos, nuestras realidades, para gestar conocimientos desde ahí”.
Al principio sus amigos fueron quienes aportaron con libros, pero con el paso del tiempo colaboradores y patrocinadores se han sumado al proyecto que ya cuenta con cuatro mil ejemplares.
Respecto a los traslados, Adriana recogía el material con su propia mochila y en varios puntos del metro de la CDMX, para luego llevarlos a su destino durante sus vacaciones.