Cambio climático ¿Estamos preparados?

En la costa del Golfo de México la temperatura baja por los “nortes”,pero si el fenómeno empieza a ser sistemático, algún día pudiera llegar a la Península de Yucatán.

Escrito por: UNAM

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¿A qué se deben los fríos intensos en el hemisferio norte y los calores insoportables en el sur? ¿Es una exageración la advertencia sobre el cambio climático? ¿Es un mito el calentamiento global? Carlos Gay García, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM aporta datos que explican estos fenómenos de alcance mundial cuyas causas y efectos aún no están del todo claros.

“Para comprender lo que está ocurriendo al clima del planeta es necesario diferenciar entre tiempo y clima. El estado del tiempo es lo que se está experimentando, y el clima es lo que se espera. El clima que se espera en Alaska es más frío que aquí; el que esperamos en Yucatán, es bastante más caliente que aquí. Clima es lo que esperamos; tiempo es lo que tenemos”, explica Gay García.

Diversos fenómenos ocurren en las características del tiempo: como las lluvias intensas. “Si éstas fuesen sistemáticas y en promedio, diríamos que el régimen de lluvias ha cambiado. No es que hoy no llueva o que la precipitación sea mucha, sino que se observa que está lloviendo (por ejemplo en los veranos). Entonces el régimen de lluvia cambia”.

Tanto el tiempo como el clima se estudian mediante principios de la Física, a partir de los cuales se crean modelos matemáticos (hechos por los modeladores) basados también en la Termodinámica y en la Matemática. Son los instrumentos con los que cuenta la ciencia para describir este tipo de fenómenos.

Lo anterior significa, aclara el experto, que si hay lluvias intensas hoy, es probable que encuentre la razón por la cual se dieron. Son condiciones de gran escala: hubo gran nubosidad, convergencia de vientos. Eso lo puede decir un buen sistema de observaciones meteorológicas. Ahora bien, si a esas observaciones se aplican principios de Física y Matemáticas, y en ocasiones de Química, se podrán saber las razones por las cuales ocurrió el fenómeno.

En suma, continuó el académico, “el clima del planeta se refiere a las condiciones promedio. Mientras el hemisferio norte puede estar experimentando fríos intensos, en algunas regiones del hemisferio sur habrá calores inusuales; situaciones que al momento de analizarse van a contar más los calores en el sur sobre los fríos en el norte. Esa es la razón por la que se dice que el planeta se está calentando”.

En relación con el calentamiento global, Gay García plantea que “la energía que utilizamos en el planeta para producir cosa y bienestar produce Gases de Efecto lnvernadero (GEI) que calientan la atmosfera y la superficie. El planeta utiliza este exceso de energía en la intensificación de vientos y temperaturas, por ejemplo. En estos procesos se ocupa parte de la energía extra a partir del calentamiento que dan los GEI. Una parte se va en calentar y otra en perturbar los procesos dinámicos que ya hay en la atmósfera”.

Desde la perspectiva del experto universitario aún no hay consenso en cuanto a las razones por las que se presentan fenómenos como el frío intenso, pero algunos criterios se inclinan por el concepto denominado “desintensificación del Vórtice Polar” que se daría en el contexto de cambio climático.

Una herramienta para explicar las bajas temperaturas extraordinarias en las regiones cercanas al Polo Norte, que comprenden al Vórtice Polar, es la teoría propuesta por el físico francés Gaspard-Gustave Coriolis en 1896, conocida como Fuerzas de Coriolis, que “se producen en sistemas que rotan, como la Tierra. En el caso de nuestro planeta, desvían las corrientes de aire hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur, de modo que ordena los vientos que circulan de Oeste a Este, contra las manecillas del reloj, y con las diferencias de presión se mantienen las corrientes ordenadas alrededor del Polo Norte”.

Esas corrientes, conocidas como Vórtice Polar, se ubican en la estratósfera a 20 kilómetros de altura. Es un movimiento de aire que si se viera en tres dimensiones, daría la impresión de estar conteniendo el aire frío cerca del polo. Su función, además de contener el aire frío del polo, consiste en nivelar las Fuerzas de Coriolis y las de presión o de temperatura.

De acuerdo con el experto, “es un hecho que los Polos se están calentando más que el resto del planeta; sobre todo el Polo Norte. El asunto tiene que ver con un calentamiento diferencial: los rayos solares caen de forma vertical en zonas de latitudes bajas, mientras que en los polos pasan de manera casi tangencial.

“El viento tiende a migrar hacia el Norte, sube en el Ecuador y cuando se orienta al Norte, entra la Fuerza de Coriolis y lo desvía hacia el Este. Si es fuerte, se ordena debido a que hay una especie de balance entre las fuerzas relacionadas con la presión y la Fuerza de Coriolis que mantiene a la corriente. Entonces, la corriente se ordena perfectamente”.

Otro fenómeno que está ocurriendo en el Polo Norte es la pérdida de hielos en los veranos, continuó. Al quedarse sin hielos o al disminuir su cobertura de hielo, hay agua que queda expuesta a la radiación solar. Esa agua es eficiente para absorber radiación solar por lo que se va a calentar, de tal suerte que el contraste de temperaturas entre el Ecuador y el Polo Norte disminuye y cuando esto se presenta ya no está ordenada la circulación del Vórtice Polar. Empieza a generar ondas, sube o baja.

“Cuando desaparece el hielo, desaparece la superficie blanca que refleja la radiación solar. Y al eliminar la reflexión solar, se favorece una mayor absorción de calor y aumenta la temperatura. Los vientos en la atmósfera tienden a tratar de equilibrar la energía. Por ejemplo, si hay mucho calor concentrado en las regiones ecuatoriales va a tratar de llevárselo a otro lado. Este es el secreto. Lo digo de una forma muy sencilla. Los vientos pues transportan energía, básicamente de donde hay más a donde hay menos”, agraga Gay García.

Otro fenómeno que aparece es el Jet, que surge en la tropósfera, alrededor de los 10 km. También se desplaza del Oeste al Este por las mismas razones, por el balance entre las Fuerzas de Coriolis y la presión. Entonces, en el contexto de cambio climático, al debilitarse el contraste de temperaturas entre el Ecuador y el Polo, puede facilitar que se desarreglen estos vientos que se comportan relativamente bien en condiciones normales, refiere Carlos Gay.

Este fenómeno representa lo que diversos investigadores sugirieren que pudiera tratarse de los efectos del cambio climático en procesos del tiempo. Hay que ser cuidadosos con este señalamiento porque el clima tan severo que sintieron en el Noreste de Estados Unidos fue de un día, pero ¿cómo lo podemos explicar?

Si se repite –durante varios años se ha visto la presencia de aire frío o caliente en el Norte– todo indica que se debe al debilitamiento del contraste de las temperaturas entre el Ecuador y el Polo Norte. Si este fenómeno se vuelve sistemático, se trata del cambio climático.

Por otro lado, no quiere decir que presenten siempre en el mismo lugar porque la fase de ondas puede moverse; lo que experimentaron hace poco en el Medio Oeste y en el Este estadounidense puede suceder el próximo año en el Oeste.

¿Afectaría regiones de México?

México está ubicado muy abajo en latitud pero recibe el impacto por los efectos de lo que conocemos como “norte”, masas de aire frío que se propagan desde el Norte, consideró el experto. “Sin embargo, se enmarca dentro del tiempo. No es del todo anormal que una masa de aire frío incursione en nuestras latitudes y baje la temperatura en la costa del Golfo de México. Eso ha ocurrido; Pero si el fenómeno empieza a volverse sistemático algún día el aire frío que pudiera llegar a la Florida, lo hiciera en la Península de Yucatán”

Especies y cambio climático

Respecto de si están preparadas las especies que pueblan el planeta, incluyendo la humana, para enfrentar el reto, la respuesta de Gay García es radical: “El punto es prepararnos a una situación que será crónica. No quiero señalar que todos los años habrá frío intenso, quiero decir que el fenómeno será más recurrente. Si ese es el caso tendríamos que prepararnos para resistir temperaturas contrastantes”.

“Se trata de adaptarse al cambio climático. No a un día de baja temperatura, sino a una situación de fríos intensos que se vuelve sistemática. El episodio puede moverse, pero si lo hace quiere decir que los subsecuentes se van a volver más frecuentes en el norte de Estados Unidos o de Eurasia; por tanto, habría que tener cuidado”, afirma Gay García.

Con el calentamiento global también habrá que acostumbrarse a calores más contrastantes. A México le tocan las colas porque se ubica donde la Fuerza de Coriolis es más débil. No obstante, tiene un clima complicado porque no es tan regular como en estas zonas subtropicales donde la Coriolis ordena los vientos.

“Además, en nuestra región hay otros factores que se deberían vigilar; previsiblemente el territorio mexicano se va a calentar regularmente. No quiere decir que no se presente un día muy frío en la Sierra Tarahumara, pero eso es tiempo”. Aun así, agregó el experto, “aumentará el número de días más calientes”.

¿Qué hacer?

Se requieren adaptaciones de carácter sistemático contra los episodios sistemáticos de calor, sequía y de lluvias torrenciales. “Si es el caso, la adaptación tiene que ser sistemática. No me refiero a la sequía de un año sino prepararse mejor para enfrentarse a la sequía en términos generales”, alerta Gay García. “Si se trata de eventos extremos como inundaciones sistemáticas, la respuesta debe ser sistemática. Habrá que elaborar una estrategia frente al agua. Por un lado, guardar agua escasa y por otro evitar inundaciones.

“Contra lo urgente, medidas urgentes. Contra lo inmediato alertas tempranas, como un buen sistema meteorológico unido a un sistema de observación. También un sistema de satélites que alerte a la población con antelación (“mañana la temperatura va a descender no salgan de casa”). Asimismo, campañas de educación y previsión”.

Para hacer consciencia

El cuento de Los tres cochinitos puede ilustrar la adaptación al cambio climático, según el científico. El lobo representa los cambios de clima (mayor o menor temperatura, eventos extremos). El cochinito que construye la casa con paja en este contexto está mal adaptado. El que construye la casa con palitos está mejor, pero también la va a destruir el soplido del lobo. El cochinito que utilizó ladrillo en la construcción es el mejor adaptado.

En un escenario de lluvias torrenciales, si viene la riada es probable que se lleve la casa. Si luego baja el agua y los cochinitos construyen en el mismo lugar, pues vendrá la siguiente riada y arrastrará de nueva cuenta la casa. Si no quieren que se la lleve, tendrán que irse a otro lado; construir de manera diferente y pensar. “Esa es la parte sistemática; ahí es donde debe enfocarse la intervención de los gobiernos de manera inteligente”, comenta el investigador.

“En este momento de indefinición de la política climática, México corre el riesgo de abandonar programas que estaban operando muy bien en el contexto del cambio climático. Hay que prepararse tanto para el cambio climático como a las contingencias con las que se manifiesta. El cambio climático nos mata lento como un veneno. Podría llegar el día en que no se cultive en ciertos campos, o que desaparezca cierta especie de árboles.

“Pero también nos mata a golpes. Un día nos inunda y nos ahoga, y al siguiente deja de llover por años. Hay una cosa insidiosa de largo plazo que va minando la base de resistencia. En realidad le va quitando a la población los recursos naturales poco a poco”, dice Gay García y finaliza:

“Hay incendios forestales por aquí, falta agua por allá. No nos daremos cuenta hasta que llegue el día en que no haya dónde cultivar ni donde guarecerse. Eso es lo que pasa con esta parte insidiosa; se puede tener un sistema de alerta temprana para salir corriendo, pero si salimos corriendo con mayor frecuencia que antes, quiere decir que algo está pasando. Esta es la parte que no es tan visible pero en el fondo es la más peligrosa; es atentar contra los recursos naturales de nuestro futuro”.

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