Marcela es madre de un pequeño de tres años, al nacer su hijo, los médicos pronosticaban que no viviría, ya que fue prematuro. Por eso, le pidió a la Virgen de Guadalupe salud para él, hoy llegó de rodillas a agradecerle al corazón del Tepeyac.
Desde Iztapalapa para la Basílica de Guadalupe
Marcela es una joven madre que reunió fuerza y espíritu para agradecer lo que ella califica como un milagro, su hijo logró crecer sano, a pesar del diagnostico médico, le habían dicho que por nacer antes de tiempo, no lograría sobrevivir.
Para este 2022, Marcela decidió hacer una manda: partir de rodillas desde la alcaldía Iztapalapa, CDMX, con rumbo a la Basílica de Guadalupe.
Después de más de 9 horas de trayecto llegó a agradecerle a la Virgen de Guadalupe.
Los doctores me decían que no iba a vivir, pero gracias a Dios, mi virgencita y la fe que tengo en ella aquí está.
Muestras de la fe Guadalupana 🙏
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) December 12, 2022
Después de nueve horas de recorrido, Marcela llegó desde #Iztapalapa, de rodillas y con su hijo en brazos para agradecer a la virgen morena por su salud. pic.twitter.com/xc0vFQWAqy
Marcela conmueve con su fe
Con más de cuatro siglos de tradición, el culto a la Virgen de Guadalupe sigue siendo el símbolo de expresión dominante en la religiosidad mexicana.
En la vida de los fieles va más allá de la fe misma, es un acto de identidad nacional, sobre todo el 12 de diciembre de cada año, fecha en la que millones de creyentes profesan su culto con mayor devoción acudiendo al cerro del Tepeyac a pedir ayuda o “a dar gracias por favores recibidos”, tal como lo hizo Marcela este lunes, después de dos años de pandemia.
Culto a la virgen de Guadalupe, UNAM explica
Investigadores de la UNAM revelan que el culto a la virgen de Guadalupe tiene su origen remoto en un santuario prehispánico situado en el cerro del Tepeyac, al norte de la ciudad de México, dedicado a la diosa Tonantzin.
Hacia 1525,el santuario fue convertido por los frailes evangelizadores en una ermita católica, dedicada a lavirgen María. Para dar culto a ésta última, los frailes colocaron en ella una pintura de la Virgen como Inmaculada Concepción, realizada por un indio de nombre Marcos, y a la que pronto se atribuyeronpoderes milagrosos.
Durante las primeras décadas la ermita fue visitada principalmente por indígenas, pero a mediados del siglo XVII, el culto a la virgen de Guadalupe se extendió a todos los grupos sociales.
David carga en su espalda una imagen de la #VirgenDeGuadalupe que pesa 30 kilos.
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Después de dos años #pandemia y de no poder asistir a la #BasílicaDeGuadalupe, regresa para cumplir con la tradición. pic.twitter.com/SGEoCZCUoE
Durante la segunda mitad del siglo XVI, surgió entre indígenas educados a la usanza española una leyenda que daba cuenta del origen de la ermita y de la milagrosa imagen. La leyenda conjuga las dos tradiciones que confluyen en la cultura mexicana: la española y la indígena.
Así, a la vez que se inscribe en el marianismo hispánico, fincado en el poder de las imágenes, y sigue un desarrollo narrativo parecido a las leyendas marianas españolas, contiene numerosos elementos de raíz indígena que lo sitúan dentro de la tradición de los pueblos prehispánicos.