Ingenieros del IPN crean robot para ayudar a niños con autismo
Los ingenieros del IPN crearon robot para ayudar en las terapias de niños que padecen autismo funcional, alrededor de 400 mil infantes padecen este trastorno.
Los ingenieros de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un prototipo de robot humanoide para que sirva como herramienta de apoyo a terapias multisensoriales enfocadas a niños y pre-adolescentes con autismo funcional.
El autismo es un trastorno mental que se caracteriza por una alteración en la interacción social. Casi 1% de todos los niños en México, alrededor de 400 mil infantes, padecen este trastorno, de acuerdo con las cifras del estudio de prevalencia.
Los creadores del robot , InMoov, Evelin García Almaraz y Ricardo Arturo Zavala Velasco, explicaron que el autismo funcional se caracteriza por la dificultad de interactuar, socializar y comunicarse con otras personas; quienes lo padecen tienen patrones de comportamiento restrictivos, repetitivos e impredecibles, los cuales varían de un sujeto a otro.
¿Cómo ayudará el robot en las terapias de niños con autismo?
La creación del robot consistió en el reconocimiento de imágenes, para lo cual se le colocó una cámara de profundidad en el torso, que permite captar, entender y aprender de su entorno. El objetivo es que los niños con autismo imiten sus movimientos y el robot confirmará si lo hacen correctamente.
Los ingenieros han recabado más de 3 mil 500 imágenes para realizar terapias multisensoriales, enfocadas a la atención consciente para que el niño pueda entender lo que le dicen y pueda replicar los movimientos.
Para la creación del robot, los ingenieros acudieron con especialistas en autismo , quienes les informaron que en México existen algunas salas multisensoriales donde los niños pueden reconocer colores y texturas, pero un humanoide enfocado a la socialización por atención es inédito y de gran utilidad en las terapias para los niños.
El robot humanoide, InMoov, no realiza la terapia por sí solo, sino que es una herramienta tecnológica de Aprendizaje Profundo, propuesta por los ingenieros del IPN como un intermediario en las sesiones de los pacientes con su terapeuta.
Aunque el proyecto está dirigido a niños y niñas pre-adolescentes con autismo funcional, el uso del robot puede ser utilizado en el área educativa pues también enseña vocales, colores, canciones e incluso idiomas.