¿Juegan con la desgracia ajena? La revolución comercial que se apodera de las redes digitales
revolución comercial que se apodera de las redes digitales
La revolución comercial que se apodera de las redes digitales: ¿Juegan con la desgracia ajena? Seguro ha visto en redes sociales algunos VIDEOS que inician con la escena de un aparente accidente y ya cuando uno cree que la persona se va a caer, comienza un comercial.
Este factor sorpresa no solo engancha a los usuarios, sino que también es bastante lucrativo tanto para los negocios como las empresas.
La revolución comercial que se apodera de las redes digitales
Captar más atención utilizando menos recursos, multiplicar las ganancias y reducir los costos; dos conceptos fáciles de entender pero difíciles de lograr: Es la “panacea del marketing”, el “nirvana de la mercadotecnia”.
La revolución comercial que se apodera de las redes digitales con la ayuda de un común denominador infalible:"La desgracia ajena” que siempre se apodera de la atención al tiempo que arranca una sonrisa.
Así la nueva ola de comerciales que mezclan un VIDEO VIRAL, donde vemos a alguien que se cae, se estrella o se resbala. El accidente es simplemente un preámbulo, en el clímax revela el comercial de un producto.
Pero que por arte de la edición, sirve como preámbulo de una posible venta. La primera imagen es el ancla perfecta porque además de llamativa, al anunciante no le cuesta un peso. La segunda es el colofón: El comercial que te da a conocer de manera dinámica y directa el producto que te ofrecen.
¿Comerciales de mal gusto o exitosos? Opiniones divididas
Anuncios corrientes y de mal gusto para algunos. Económicos y con posibilidades de mayores ganancias para otros.
Si usted cree que están bien chafas y cree que serán una llamarada de petate que pronto desaparecerá igualito que otras modas sin sentido, nomás acuérdese del reguetón.
O piense cada cuándo mencionaba antes la palabra “literal”, ¿cuánto la ocupa ahora? Y si ya aprendió a usarla o la repite en cada frase sin saber por qué.
Por lo pronto si está en lugares públicos ande con pies de plomo, sino quiere terminar ayudando y sin cobrar; a la venta de comida, ropa, autos, accesorios y aparatos de cocina.
