Alza de precios e inhibición en creación de empleos resultarían de la reducción de jornada laboral
La reducción de horas de la jornada laboral genera una gran polémica; no todo es positivo, en una prueba de fuego en la vida real, resultaría contraproducente.
La reducción de la jornada laboral genera una gran polémica; no todo es positivo, en una prueba de fuego en la vida real, resultaría contraproducente.
Alza de precios e inhibición en creación de empleos son amenazas que ya ven empresarios ante la iniciativa de reducción de jornada laboral. Mario Bernal, un socio empresario construcción le dijo a Fuerza Informativa Azteca “Nos implicaría costos... sobre todo en la mano de obra… Ahí es donde creemos que nos va impactar mucho más... Una jornada laboral sí me estaría afectando entre un 15 un 20%".
Por su parte, Felipe Gaytán, investigador en sociología política señala que:"Tienes una pequeña panadería que produce 100 panecillos, tú reduces la jornada laboral, y ya no produces 100 panecillos sino 80... Entonces te vuelves menos competitivo en el mercado, porque ya no tienes tu producto, y para aumentar ese 20% que perdiste, lo que vas a tener que hacer es básicamente contratar personal o pagar horas extras… Y al contratar horas extra se incrementa el precio de tu producto”.
Sin embargo, Mario advierte que si decide no subir precios, la otra vía es recortar su plantilla de 60 a 40 trabajadores, y peor aún no pensar en nuevas plazas de trabajo:"Esto implicaría reducciones de metas… y obviamente yo al tener una menor producción, o una menor meta, al final voy a necesitar menos gente para poder lograrla”.
Beatriz Robles, especialista en talento humano asegura que “hay un riesgo porque finalmente estos incrementos en el costo laboral, sin incentivos que propicien la mayor creación de empleo formal, pueden derivar en que sobre todo las micro y pequeñas empresas de este país puedan optar por esquemas de trabajo relacionados a la informalidad”.
Se trata de decisiones económicas que afecta a los creadores de empleo de este país, pero también a quienes los realizan. Fabián Martínez,un trabajador de la construcción dice que: “Lo hacen sin pensar, que no se ponen a pensar en los trabajadores, que nos afecta económicamente”.