Un verdadero milagro ocurrió en Turquía, cuando los equipos de rescate lograron sacar con vida a un recién nacido que llevaba 50 horas entre los escombros en Hatay, una de las ciudades más golpeadas por los sismos.
Los socorristas, que trabajan contra reloj, comenzaron a quitar escombros en las primeras horas de este miércoles. Aún sin la luz del día, cavaron entre los restos de los edificios hasta llegar a donde se encontraba el bebé.
El pequeño fue envuelto en una manta para que recibiera atención en el lugar, pues presentaba algunos golpes visibles en la cabeza, incluso tenía un cordón enredado entre los dedos de sus manitas.
Por lo que los rescatistas utilizaron unas tijeras para liberar los dedos del recién nacido. Este pequeñito fue el primero en ser rescatado este miércoles en esa zona del desastre.
¡Milagro en Turquía! 😱
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) February 8, 2023
Un recién nacido fue #rescatado con vida de entre los escombros.
El #bebé tenía solo algunos golpes en el cuerpo, pero al parecer nada de gravedad. pic.twitter.com/9mZ8k0nCJ2
Al resto de las personas que lograron salir de entre los escombros se les colocó a través de vías intravenosas líquidos y medicamentos.
Aumentan a 11 mil 800 los muertos por sismos en Turquía y Siria
El sismo del lunes de magnitud 7.8 ya es considerado el más mortífero en Turquía desde 1999. El terremoto derribó miles de edificios, incluidos hospitales, escuelas y bloques de departamentos, hirió a decenas de miles y dejó a innumerables personas sin hogar.
Las autoridades turcas dicen que unos 13.5 millones de personas se vieron afectadas en un área que abarca aproximadamente 450 km desde Adana en el oeste hasta Diyarbakir en el este.
En Siria la situación no es diferente, miles de muertos y heridos también se contabilizan, pero la ayuda ahí tarda más en llegar, debido a que muchas de las zonas devastadas están en manos de los rebeldes.
Otras zonas, bajo el control del gobierno de
Siria
, tampoco les llega la ayuda suficiente debido a que ha sido sancionado por muchos países occidentales, lo que ocasiona que tarden más en sacar a la gente de los escombros.