En las últimas semanas, el llamado narcorancho de Teuchitlán ha captado la atención de la opinión pública en Jalisco, a nivel nacional e internacional. Ubicado a solo 60 kilómetros de Guadalajara, el Rancho Izaguirre fue escenario de un macabro hallazgo que involucra restos humanos y crematorios clandestinos; y ahora de una larga lucha de colectivos de búsqueda.
Para entender la magnitud del caso, es necesario remontarse a 2012, cuando el colectivo Guerreros Buscadores denunció por primera vez la existencia de este lugar. Sin embargo, pasarían más de diez años para que las autoridades tomaran acciones concretas.
Septiembre de 2024: Aseguramiento del rancho y primeras detenciones
El 18 de septiembre de 2024, la Guardia Nacional llevó a cabo un operativo en el Rancho Izaguirre, logrando la detención de diez personas. Durante la intervención, se localizó un cadáver en la propiedad, lo que encendió las alarmas sobre lo que realmente ocurría en este sitio.
A pesar de la presencia de las fuerzas de seguridad, las investigaciones avanzaron lentamente, y fueron nuevamente los colectivos de búsqueda quienes comenzaron a documentar lo que encontraban en el lugar.
Enero de 2025: Las madres buscadoras entran en acción
A inicios de 2025, el colectivo Madres Buscadoras de Jalisco reportó y documentó los primeros hallazgos en el rancho. Sus investigaciones revelaron restos humanos y otros indicios que apuntaban a la presencia de fosas clandestinas.
Marzo de 2025: Crematorios clandestinos y nuevos hallazgos
El 5 de marzo de 2025, Guerreros Buscadores denunció la existencia de crematorios clandestinos en el Rancho Izaguirre. A través de videos y testimonios, mostraron restos óseos y molares, refutando cualquier versión oficial que intentara minimizar la magnitud del caso.
Una semana después, el 12 de marzo, la Fiscalía de Jalisco confirmó que en el sitio se habían encontrado 1,308 indicios, entre ellos ropa, calzado, mochilas y maletas. Sin embargo, las familias de los desaparecidos exigieron respuestas más contundentes.
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El caso pasa a la Fiscalía General de la República
El 17 de marzo de 2025, se anunció que la Fiscalía General de la República (FGR) asumiría la investigación, lo que generó expectativas sobre una mayor transparencia y profundidad en las pesquisas.
Sin embargo, tres días después, cuando la FGR permitió el ingreso de los medios de comunicación al rancho, los colectivos de búsqueda denunciaron que ya no quedaban restos ni indicios en el lugar.
Denuncias de simulación e indignación de los colectivos
Las madres buscadoras, que habían participado activamente en la documentación de los hallazgos, calificaron la apertura del rancho a la prensa como una simulación.
“Esto parece una burla, realmente. Ingresar como si fuera un simple recorrido cuando probablemente mi hermano pudo estar aquí”, expresó una madre buscadora.
Los colectivos continuaron publicando videos que mostraban lo que habían encontrado antes de la intervención de la FGR, evidenciando que algunos restos humanos habían desaparecido misteriosamente.
“Están los huesos... aviéntralos... Muelas han visto... Sí, ya salieron...”, se escucha en un video compartido por Guerreros Buscadores.
La indignación y el dolor de las familias continúan. Para ellas, el Rancho Izaguirreno es solo un sitio de investigación forense, sino un lugar donde buscan respuestas sobre sus seres queridos desaparecidos. Su lucha no ha terminado.
