Religión, entre fe y balas: Ellos fueron los sacerdotes asesinados en 2024

La ola de violencia en México durante 2024 ha teñido de rojo el país, con ataques armados, balaceras, secuestros y asesinatos que han azotado a diversas comunidades. El sector religioso no ha quedado exento de estos daños , ya que varios sacerdotes han sido asesinados durante la saña desmedida que caracteriza a varias regiones del país.

En lo que fue el año 2024, se registraron varios asesinatos de sacerdotes en México, reflejando una tendencia alarmante que ha llevado a la comunidad eclesial a alzar la voz en busca de justicia y seguridad.

Hasta el momento, se han documentado dos asesinatos de clérigos católicos reconocidos, cada uno con circunstancias trágicas y preocupantes. El caso más reciente fue el del padre Marcelo Pérez, quien fue asesinado el 20 de octubre en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. El sacerdote fue atacado por dos moto-sicarios justo después de oficiar una misa.

Marcelo Pérez, un sacerdote indígena tzotzil de 51 años, era conocido por su activismo en defensa de los derechos humanos y su compromiso con las comunidades indígenas de Chiapas. El día de su asesinato, había oficiado una misa en el barrio de Cuxtitali y se dirigió a la parroquia de Guadalupe cuando fue emboscado por dos hombres armados en motocicleta.

Los atacantes le dispararon a quemarropa desde la ventanilla del conductor de su vehículo, lo que resultó en su muerte inmediata.

El padre Isaías Ramírez González fue reportado como desaparecido el 17 de agosto de 2024 en Guadalajara, Jalisco, y su cuerpo fue encontrado días después.

Isaías Ramírez fue visto por última vez el 15 de agosto cuando no regresó a casa después de oficiar misa; después de 48 horas sin noticias, su familia decidió presentar una denuncia ante las autoridades. La Fiscalía del Estado de Jalisco inició una búsqueda que culminó con el hallazgo de su vehículo, que fue localizado sin signos de violencia; sin embargo, el destino del sacerdote seguía estando incierto.

El 18 de agosto, las autoridades encontraron un cuerpo en las inmediaciones del puente de San Fernando, cerca de Zapotlanejo. El hallazgo fue confirmado por el Arzobispado de Guadalajara el 19 de agosto, quien lamentó profundamente la muerte del clérigo.

“El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) informó que practicada la necropsia de la víctima, concluyó que la causa de muerte se debió a una contusión profunda de tórax y abdomen”, informó la Fiscalía en un comunicado.

Aunque se descartaron signos evidentes de violencia, las circunstancias exactas de su caída siguen bajo investigación.

Por su parte, quien se salvó de ser parte de la estadística fue el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, quien denunció haber sido perseguido por hombres armados el 17 de julio en Chiapas.

Las investigaciones sobre estos crímenes han sido realizadas por el Centro Católico Multimedial (CCM) y el Observatorio de Libertad Religiosa en América Latina. Según el “Reporte de Incidencia de Violencia contra ministros religiosos y laicos de la Iglesia Católica en México”, desde 2010 hasta 2024 se han documentado un total de 46 asesinatos de sacerdotes.

Este informe destaca que la violencia contra clérigos se ha intensificado en los últimos años, con un promedio de dos sacerdotes asesinados cada año desde 2019.

Por otro lado, otro informe del CCM abarca un período más amplio desde 1994 hasta 2024, donde se registran 80 asesinatos de sacerdotes, además de numerosos atentados y agresiones.

Los informes también indican que las entidades más afectadas por estos crímenes incluyen Guerrero, Chihuahua, Michoacán, Jalisco y el Estado de México. En Guerrero y Michoacán se han registrado los mayores índices de violencia contra sacerdotes, lo que refleja la influencia del crimen organizado en estas regiones.

En total, 19 estados del país han reportado al menos un asesinato de un sacerdote entre 2010 y 2024, lo que equivale al 59.3 por ciento del territorio nacional.