¡No siempre fue de México! Chichén Itzá alguna vez perteneció a un estadounidense que compró las tierras por solo 300 pesos, ¿por qué? Esta es la historia sobre el dueño de la Maravilla del Mundo en Yucatán y cómo llegó adquirió las tierras mexicanas a un bajo costo.
La historia del dueño de Chichén Itzá
Todo comenzó en 1895, cuando Edward H. Thompson compró una plantación henequenera que incluía la zona arqueológica de Chichén Itzá. En aquel entonces el estadounidense pagó solo 75 dólares; sin embargo, lo que hoy en día serían cerca de mil 200 pesos, en aquella época la equivalencia era de 355 pesos.
Tiempo después, la zona fue vendida a Fernando Barbachano Peón, quien compró los terrenos incluso antes de que se creará el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Hoy en día, su heredero forma parte de una de las más conocidas en Yucatán porque las pirámides no lucían como en la actualidad, pues se veía solo como un montón de rocas que ni siquiera eran visitadas de forma turística.
Barbachano Peón comenzó a construir hoteles por la zona, entre ellos la Hacienda Chichén Itzá Resort y el Mayaland, que tiene acceso a las pirámides, fue así como la zona alcanzó gran reconocimiento y empezó a traer la afluencia turística que representa a la Maravilla del Mundo en Yucatán.
| INAH
¿Cuánto costó Chichén Itzá?
La zona permaneció años en duros litigios, pero en 2004 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificó que se trataba de una propiedad privada. Para 2007, se comenzaron a analizar varias opciones, entre ellas que la expropiación era una posibilidad y que también evaluaban el intercambio de terrenos.
En 2010, el gobierno del estado de Yucatán adquirió los terrenos que ocupa la zona arqueológica gracias a un acuerdo histórico que incluía la totalidad del vestigio maya y sus alrededores. Se presume que el convenio se cerró por 220 millones de pesos que se pagaron íntegros a la familia de Barbachano Peón, aunque se desconocen las cifras reales.
