¡La parálisis facial puede transformar la vida de una persona de la noche a la mañana! Este síntoma se manifiesta como la incapacidad de sonreír, cerrar un ojo o mover una mejilla, lo que puede resultar desconcertante y frustrante, aún más si le sumamos el estrés de la vida diaria. Pero, ¿por qué se presenta esta afección? La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) revela los mitos y realidades.
¿Qué provoca una parálisis facial?
De acuerdo con la UNAM, la
parálisis facial
se produce por un fallo en el nervio facial, que impide que las órdenes nerviosas lleguen a los músculos de la cara. Esto puede resultar en la incapacidad para mover una o varias partes del rostro, afectando funciones como sonreír o cerrar los ojos. Se clasifica en dos tipos:
- Parálisis central, que afecta la parte inferior de la cara y es consecuencia de lesiones en el cerebro.
- Parálisis periférica, que causa debilidad en un lado de la cara y puede deberse a infecciones, traumatismos o condiciones autoinmunes.
¡Tómalo en cuenta! Si experimenta síntomas de parálisis facial , es importante buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Mitos y realidades de la parálisis facial
A pesar de los mitos que la rodean, la parálisis facial tiene una causa científica. El Dr. Noel Isaías Plascencia de la UNAM señala que el virus del herpes simple tipo 1 es el principal desencadenante de esta afección, desmintiendo así la creencia popular de que se debe a cambios climáticos.
Otro mito es que la parálisis facial siempre es permanente o grave. En realidad, muchas veces es temporal y mejora con tratamiento adecuado. Por ejemplo, la parálisis facial periférica, como la parálisis de Bell, suele tener un buen pronóstico y puede resolverse en semanas; sin embargo, es crucial atención buscar médica al presentar síntomas como dificultad para sonreír o cerrar un ojo, ya que un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones y mejorar la recuperación.
