La enfermedad de la rabia es una infección causada por un virus, el cual es propagado por la saliva que está infectada con este patógeno, la cual debe entrar el organismo de los humanos a través de una lesión en la piel o de una mordida, como la de un perro.
Aunque el 99% de los casos de infección a humanos suele ser por mordida de perros, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS ), en años recientes también existen casos de esta enfermedad han sido relacionados con mordidas de mapaches, zorros, zorrillos y murciélagos, destacan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
¿Cuáles son los síntomas de la rabia?
Los síntomas de la rabia tardan en aparecer entre 10 días e incluso hasta siete años después de contraer la infección, lo cual es conocido como periodo de incubación. El tiempo promedio de este lapso es de entre tres a 12 semanas, destaca la Biblioteca Nacional de Medicina de la Unión Americana.
Los síntomas iniciales de esta enfermedad pueden ser similares a la gripe, pero también incluyen:
- Babeo.
- Dolor de cabeza.
- Convulsiones.
- Sensibilidad en el área de la mordida.
- Cambios en el estado de ánimo.
- Náuseas y vómitos.
- Pérdida de la sensibilidad en una parte del cuerpo.
- Espasmos en los músculos.
- Fiebre.
- Alucinaciones.
Además, el síntoma más común es la hidrofobia, es decir, el miedo al agua, el cual aunque no es una fobia como tal, es un espasmo doloroso e involuntario en las personas al querer tomar agua, afirma la base de datos del CPD Online College del Reino Unido.
Cuando una persona con rabia sufre de hidrofobia, es un signo de estar en la fase final de la enfermedad y probablemente después de ello sigue la muerte.
¿Qué tan probable es morir de rabia?
Cuando aparecen los síntomas de la rabia , esta enfermedad es mortal en prácticamente todos los casos, advierte la OMS. Los CDC aseguran que existen menos de 20 casos documentados de personas que sobrevivieron a una infección de rabia.
Este padecimiento está presente en casi todos los continentes del mundo, salvo la Antártida, con más del 95% de los fallecimientos reportados en Asia y África, detalla el mismo organismo internacional.