El caso de la mujer baleada en Reforma 222: Su expareja la acribilló en pleno centro comercial
En el 2018, un caso de feminicidio en Reforma 222 conmocionó a la Ciudad de México, luego de que una mujer fuera baleada dentro de la tienda donde trabajaba.
El centro comercial de Reforma 222, en la Ciudad de México (CDMX), ha tenido algunos capítulos trágicos desde su inauguración, pero uno de los más sonados es el de una mujer que fue baleada dentro de la tienda donde trabajaba, a plena luz del día y por su expareja, con quien se disputaba la custodia de su hija y quien le dejó una nota de amenaza antes de acribillarla.
Esta cobertura estuvo encabezada por el equipo de Fuerza Informativa Azteca (FIA), quienes en manos de nuestro reportero, Armando Martínez, capturaron las últimas imágenes de Yesica Celene con vida, quien abandonó la plaza aun con signos vitales y brindó una de sus últimas miradas a nuestras cámaras.
En el último capítulo de La Galera, Armando y Salvador Maceda presentan el caso de la mujer baleada en Reforma 222, acribillada por tres disparos un 19 de marzo de 2018, alrededor de las 15:20 horas de la tarde, cuando su pareja ingresó a la tienda donde trabajaba y atentó contra su vida.
¿Qué pasó en Reforma 222 con la mujer asesinada?
Se calcula que, al momento del crimen contra Yesica Celene en Reforma 222, había alrededor de 2 mil personas al interior del centro comercial, incluyendo a otras trabajadoras de la tienda de zapatos donde se cometió el atentado, quienes fueron testigos del feminicidio y de cómo su expareja le arrojó una última nota diciéndole que “no lo iba a hacer infeliz”.
¿Quién era la mujer de Reforma 222?
Yesica Celene murió un día después del atentado, luego de ser trasladada en camilla a un hospital en la colonia Roma. Falleció mientras recibía atención médica, tenía 28 años y una hija con Oscar, su expareja de 35 años, quien contaba con expedientes criminales y actitud violenta.
La mujer agredida en marzo de 2018 ya estaba separada de Oscar y se mantenían en disputa por la custodia de la menor, motivo por el que su expareja la amenazó en múltiples ocasiones, una situación que quedó reflejada en la nota que le dio momentos antes de asesinarla: “No me vas a hacer infeliz. Por *** te pasó esto”, escribió.
Enseguida le disparó en tres ocasiones, dos disparos fueron al tórax y uno más al abdomen. Enseguida, el criminal se disparó en la boca; sin embargo, el intento de suicidio fracasó y sobrevivió sin ninguna secuela, saliendo del hospital un mes después para seguir el proceso legal por feminicidio fuera del hospital, por lo que fue sentenciado a 60 años de cárcel.