Bernardo Arévalo toma posesión como presidente de Guatemala tras caos en el Congreso local

La toma de posesión de Bernardo Arévalo fue retrasada por integrantes de la oposición en Guatemala; tras varias horas, la sesión se reanudó.

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Escrito por: Fuerza Informativa Azteca

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Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala.|Reuters.

Bernardo Arévalo finalmente tomó posesión de su cargo como presidente de Guatemala, después de una tensión que duró horas en el Congreso de la nación centroamericana, debido a que opositores al nuevo mandatario retrasaron la ceremonia.

Seguidores de Arévalo amenazaron con asaltar el recinto legislativo, que estaba siendo resguardado por policías, exigiendo la reanudación del acto de juramentación de los nuevos diputados, que fue suspendido por la mañana.

Cuando la ceremonia de investidura de Arévalo debía iniciar a las 15:00 hora local (2100 GMT), la primera sesión aún no había comenzado, alimentando temores de que se estuvieran tratando de frustrar la transición de poder.

Tras una demora de nueve horas, Arévalo, de 65 años, tomó protesta como mandatario para el periodo 2024-2028, en reemplazo del conservador Alejandro Giammattei, cuya gestión se ha visto envuelta en repetidos escándalos de corrupción y quien estuvo ausente en la ceremonia.

Arévalo, advirtiendo que se estaba intentando violar la democracia, instó a los legisladores a “respetar la voluntad popular expresada en las urnas”.

“El pueblo guatemalteco y la comunidad internacional están observando”, escribió en la red social X.

Su partido, Movimiento Semilla, envió un mensaje también a través de redes sociales diciendo que él era oficialmente el presidente de Guatemala, aunque la declaración fue eliminada varios minutos después.

Un portavoz de Semilla dijo a Reuters que Arévalo se encontraba en un hotel en Ciudad de Guatemala.

La demora comenzó después de que el máximo tribunal de Guatemala decidió el domingo que los legisladores de Semilla no asumirán sus cargos afiliados a su partido sino como independientes. Eso les impediría unirse a la junta directiva del Congreso y debilitaría la capacidad del nuevo presidente para ejercer el poder.

Países y organismos se pronuncian sobre situación en Guatemala

A última hora del domingo, el tribunal anunció que se reuniría nuevamente el lunes para discutir el tema.

Samantha Power, directora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), dijo por su parte que “no hay dudas” de que Arévalo es el presidente del país centroamericano y llamó a todas las partes a mantener la calma.

Taiwán, que mantiene relaciones diplomáticas con Guatemala, afirmó en un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores que reconoce “claramente” a Arévalo como presidente.

El canciller de Honduras, Enrique Reina, pidió que se respete la toma de posesión en un mensaje compartido a través de redes sociales, que dijo que fue en nombre de las delegaciones presentes en Guatemala, incluidas la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea.

“El pueblo guatemalteco expresó su voluntad democrática en elecciones justas, libres y transparentes, avaladas por la comunidad internacional a través de sus misiones de observación electoral. Esa voluntad debe ser respetada”, sostuvo.

Con la promesa de desterrar la arraigada corrupción en Guatemala, el país más poblado de Centroamérica con 17.1 millones de habitantes, Arévalo, de 65 años, logró un amplio triunfo en el balotaje de agosto. Pero, desde entonces, el Ministerio Público (MP) arreció en sus intentos por desacreditar su triunfo y entorpecer la transición.

Las medidas del MP -intento de despojo de la inmunidad de Arévalo y su vicepresidenta Karin Herrera; suspensión de su partido; y buscar la anulación del proceso electoral- han llevado a miles de guatemaltecos a tomar las calles y a la comunidad internacional a levantar su voz de protesta.

Pero también socavaron el frágil estado de derecho guatemalteco colocando al país al borde de una crisis de gobernabilidad que podría limitar la implementación de las principales promesas de campaña de Arévalo, como sanear la administración pública, luchar contra la delincuencia organizada, generar más empleos y combatir el cambio climático.

“Los problemas no han terminado para Arévalo”, opinó Roberto Alejos, expresidente del Congreso y analista político guatemalteco. “No le van a dejar pasar ninguna ley en el Congreso y tendrá suficientes dificultades para gobernar”, agregó.

A pesar de su aplastante triunfo presidencial, Semilla -un partido socialdemócrata, ecologista y progresista- apenas logró 23 de los 160 curules del legislativo, colocándose como la tercera fuerza detrás de los conservadores Vamos, del saliente mandatario Alejandro Giammattei, y UNE, de la exprimera dama Sandra Torres.

“Las acciones para criminalizar a Bernardo Arévalo y a otros miembros del partido podrían continuar, incluyendo despojarlos de su inmunidad”, dijo Ana María Méndez, directora para Centroamérica del centro de promoción de derechos humanos Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).

“La alteración del orden constitucional en Guatemala generada por (la fiscal general, Consuelo) Porras es una grave amenaza para la gobernabilidad, la estabilidad y la paz”, añadió.

El MP ha negado las acusaciones de que estaría llevando a cabo un “golpe de Estado” y ha dicho que su accionar se encuentra dentro del marco de las leyes.

Con información de Reuters.

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