Las personas con mayor riesgo de desarrollar shock séptico o choque séptico son las personas mayores, los niños pequeños, las personas con un sistema inmunitario debilitado y las personas con ciertas afecciones médicas, como la diabetes o el cáncer.
¿Qué es un choque séptico?
El shock séptico es una afección grave que ocurre cuando una infección en el cuerpo provoca una respuesta inflamatoria excesiva. Esta respuesta inflamatoria puede dañar los órganos y tejidos, lo que lleva a una disminución del flujo sanguíneo y oxígeno al cuerpo.
¿Qué causa un choque séptico?
El shock séptico puede ser causado por cualquier tipo de infección, pero las más comunes son las infecciones bacterianas. Las infecciones virales y fúngicas también pueden causar shock séptico, pero son menos comunes.
Los síntomas del shock séptico pueden variar, pero algunos de los más comunes incluyen:
- Temperatura alta o baja
- Escalofríos
- Mareos
- Piel fría y pálida
- Respiración rápida
- Pulso rápido
- Confusión
- Disminución o ausencia de orina
- Disminución del nivel de conciencia
Si presentas alguno de estos síntomas, es importante que busques atención médica de inmediato. El shock séptico es una afección potencialmente mortal, pero puede tratarse con éxito si se diagnostica y trata rápidamente.
¿Qué tan grave es un choque séptico?
Debido a que un choque séptico es un tipo que se produce como resultado de una respuesta inflamatoria generalizada del organismo debido a una infección. La sepsis grave es una forma de sepsis muy peligrosa que causa trastornos en el corazón, el metabolismo y las células, lo que puede dañar los órganos y tejidos y provocar la muerte.
Esta afección tiene una alta tasa de mortalidad. Depende de la edad de la persona y su salud general, de la causa de la infección, de la cantidad de órganos que presentan insuficiencia, así como la rapidez y agresividad con que se inicie el tratamiento médico.
El shock séptico puede provocar la insuficiencia de uno o más órganos, como los pulmones, el corazón, los riñones, el hígado o el cerebro. Esto puede causar daños irreversibles a los órganos e incluso la muerte.