En México, la práctica conocida como maternidad subrogada no está permitida ni prohibida por la Ley General de Salud, por lo que las solicitantes y las gestantes quedan en una situación jurídica vulnerable cuando la realizan, pero ¿qué es y dónde aplica?
La maternidad subrogada es cuando una mujer o una pareja del mismo del mismo sexo acuden a otra mujer para que esta pase por el proceso de gestación de su hijo.
Las personas recurren a esté método cuando, por algún problema congénito, por preferencia sexual o por la imposibilidad de procrear hijos.
A pesar de que la maternidad subrogada se realiza desde el siglo pasado, las complicaciones que conlleva concebir un hijo de esta forma surgen porque no hay una ley que determine qué tipo de relación hay entre quienes rentan su útero y quienes alquilan.
Los problemas que ambas partes pueden presentar van desde la exigencia de más dinero, la posibilidad de que la gestante no quiera entregar al bebé y hasta la situación jurídica del infante.
De acuerdo con la Gaceta de la UNAM, en México, los interesados en celebrar un contrato de maternidad subrogada suelen recurrir a estados donde la práctica no está legislada.
Al respecto, solo Tabasco y Sinaloa tienen leyes para regular la maternidad subrogada.
En el caso de la capital, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Gestación Subrogada , el 30 de noviembre del año 2010, pero nunca fue promulgada.
¿Cuál es el proceso para realizar la maternidad subrogada?
Existen diversos tipos de maternidad subrogada, la cual es catalogada dependiendo de quién aporte el óvulo para la fecundación.
En la práctica, la solicitante puede aportar el óvulo, en caso de ser una pajera del mismo sexo, pueden solicitar el material genético de otra mujer.
Posteriormente, se realiza la fecundación con esperma de la pareja o de un donador y, una vez que el proceso termina, se implanta el producto en la mujer seleccionada.
Otra opción es que los óvulos de la mujer sean extraídos para que el producto crezca en el vientre de otra persona.