¿Buchonas y corridos? En esto consiste la narcocultura y así se puede usar el término

El impacto del narcotráfico en México no conoce límites, y el hecho de estar presente en la sociedad desde hace más de 40 años, ha generado toda una burbuja social que hace referencia a las actividades delictivas de los grupos criminales dedicados al tráfico de droga. Este fenómeno hoy ya es conocido bajo el concepto de narcocultura.

Tal vez en una o varias ocasiones has escuchado el adjetivo de buchones y buchonas; así como los narcocorridos y cómo se estereotipan las figuras que están relacionadas con el crimen organizado. Todo esto forma parte de la narcocultura y a continuación te lo explicamos a detalle.

De acuerdo con el Colegio de la Frontera Norte de México , el cual opera bajo la supervisión de la Conahcyt, la narcocultura es un fenómeno social y cultural que ha ganado relevancia en México en las últimas décadas. Esta expresión se refiere a las diversas manifestaciones artísticas, sociales y culturales que giran en torno al narcotráfico y la figura del narcotraficante.

Para comprender mejor el concepto de la narcocultura, su origen, su influencia en la sociedad y en qué contextos se utiliza este término, es importante tener claros los siguientes conceptos:

• La narcocultura se desarrolló como un conjunto de expresiones que glorifican y mitifican la figura del narcotraficante y el negocio del narcotráfico.
• Su evolución fue en gran parte espontánea, con una producción masiva que mostraba la valentía, la extravagancia y el poder asociado al tráfico de drogas.
• Una de las manifestaciones más reconocidas de la narcocultura es el narcocorrido, un subgénero musical dentro de la música norteña que narra historias relacionadas con el narcotráfico.

Los jóvenes han sido particularmente bombardeados por la narcocultura debido a su necesidad de formar una identidad y encontrar modelos a seguir. En muchos casos, los jóvenes buscan ejemplos en su entorno y, al observar el estilo de vida glamoroso y poderoso que se muestra en las narcoseries y narcocorridos, por lo que tienden a imitarlo para ganar respeto y estatus dentro de su comunidad.

Este fenómeno se manifiesta no solo en su apariencia, sino también en la adopción de valores y comportamientos relacionados con la violencia y el control, aspectos que se asocian a la figura del narcotraficante. En barrios con alta violencia y delincuencia, estos patrones de comportamiento pueden intensificarse, hasta generar una cultura donde se glorifica el poder y el respeto ganado a través de medios ilícitos.

De manera concreta, los narcocorridos son canciones dentro del género de la música norteña que relatan historias sobre el narcotráfico, en donde exaltan la vida de los capos y sus hazañas en el mundo criminal. A través de letras que describen hechos violentos y la riqueza obtenida mediante las actividades ilegales.

Los narcocorridos han contribuido a formar un imaginario en el que el narcotraficante es visto como un héroe rebelde que desafía las normas sociales y la ley. Este subgénero ha ganado popularidad por su capacidad para conectar con las experiencias y aspiraciones de muchos, especialmente en las regiones más afectadas por la violencia y la desigualdad.

Por otro lado, el concepto de buchones y buchonas se refiere a personas que adoptan un estilo de vida asociado con el lujo y la ostentación, inspirado en las parejas de los narcotraficantes. Las buchonas son más populares en la narcocultura, pues se caracterizan por su apariencia exageradamente glamorosa, que incluye cirugías plásticas, ropa y accesorios de marcas caras, y un comportamiento que refleja poder y estatus social.

Este arquetipo no solo es una extensión del poder y la extravagancia exhibida por los narcotraficantes, sino que también representa una aspiración de éxito basada en la apariencia y el dinero fácil obtenido a través del narcotráfico.