Luego de que en los últimos días en estados como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Jalisco, Sinaloa, Nayarit y Zacatecas han sido testigos de las impresionantes y poco frecuentes auroras boreales en las regiones de México , este fenómeno astronómico en forma de luminiscencia generado por partículas energéticas procedentes del Sol, principalmente cuando electrones y protones chocan con la atmósfera terrestre cerca de los polos, pueden ser un peligro para nuestro planeta debido al: ‘Efecto Carrington’.
Este fenómeno natural, que sucede normalmente en el norte de Europa y en regiones de Australia y Alaska, tuvo un inusual efecto visual que pudo observarse lejos de los polos terrestres, esto debido a que se registraron siete tormentas solares, una de ellas, la más grande registrada en los últimos 21 años.
Las tormentas solares , que son actividades en la superficie del sol como erupciones solares y eyecciones de masa coronal, suelen producir cantidades de energía, radiación y partículas cargadas que son lanzadas desde la corona solar hacia el espacio exterior.
El gran impacto de la eyección de masa coronal que llegó a nuestro planeta, provocó una tormenta geomagnética, que suele ocurrir cuando las partículas cargadas interactúan con el campo magnético de la Tierra, esto generó que las fluctuaciones en el campo magnético terrestre generara fenómenos como las auroras boreales en regiones poco frecuentes.
¿Qué es el efecto Carrington?
A pesar de que las auroras boreales suelen ser uno de los eventos más espectaculares que se pueden disfrutar en la vida, sus consecuencias pueden ser severas para la humanidad.
El 1 de septiembre de 1859, se originó el ‘Efecto Carrington', un fenómeno que fue descubierto por el astrónomo británico, Richard Carrington, después de que observó una intensa explosión solar, que registró una de las tormentas magnéticas más grandes jamás observadas y que provocó auroras boreales en regiones poco inusuales como en la Ciudad de México.
Aunque el efecto fue algo asombroso en varias regiones del mundo, este fenómeno fue catastrófico, pues afectó las comunicaciones telegráficas globales. Las líneas de telégrafo en Estados Unidos y Europa colapsaron por más de 14 horas.
Tras un estudio realizado, se pudo llegar a la conclusión que después de una grave tormenta geomagnética, unas horas o días después se puede repetir el ‘Efecto Carrington', con el cual colapsaría infraestructura eléctrica y de comunicaciones altamente interconectadas, además, tendría impactos significativos en redes eléctricas y comunicaciones satelitales.