La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) advirtió que no es recomendable guardar comida en los envases de yogur o crema, ya que están fabricados con plástico que contiene químicos dañinos para la salud y además propician la contaminación cruzada.
De acuerdo con la dependencia, no es seguro utilizar estos recipientes, como lo acostumbran muchas familias mexicanas, que no los tiran a la basura y optan por darles un segundo uso, para economizar y no generar más desechos.
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Los envases, según Profeco, son los envoltorios que están en contacto directo con el contenido de un producto, por ejemplo, las bolsas de galletas, las botellas de vino y los botes de yogur.
Mientras que los empaques son las presentaciones comerciales de los productos, sirven para que no se dañen ni entren en contacto con el exterior durante su transportación.
La función de los envases es “ofrecer una presentación para su venta, manejo, transporte, almacenaje y manipulación”. Por lo anterior, son de un solo uso y si se ocupan más de una vez, sobre todo los de plástico, pueden romperse o agrietarse.
Usar envases de yogur es abrir una puerta a las bacterias
Más allá de los daños físicos, Profeco alertó que envases como los botes de yogur se pueden convertir en la “entrada de bacterias”, pues no fueron creados como tuppers para guardar comida.
Lo recomendable es que conserves tus alimentos en recipientes creados para ello y cuando sea posible les des otro uso a los envases, por ejemplo, para guardar objetos.
Al reutilizar botes de yogur para guardar la comida puede aparecer la contaminación cruzada, pues la carne cruda, los pescados y la grasa liberan partículas en el refrigerador que llegan a los alimentos que no se conservan de forma adecuada.
Si la comida no se almacena correctamente, le entran bacterias producto de la contaminación cruzada y esto llega a causar enfermedades como Escherichia coli (E.coli) y salmonella.
Además, Profeco detalló que envases como los botes de yogur, los biberones y algunos equipos médicos tienen bisfenol A o BPA, una sustancia que se utiliza para endurecer el plástico y darle un revestimiento interno, pero que puede ser dañina para la salud.
“Algunos estudios en animales han demostrado una posible relación entre la exposición al BPA y un aumento en el riesgo de cáncer”, indicó la procuraduría.
En Estados Unidos, el bisfenol A fue parcialmente prohibido y se eliminó su utilización para fabricar biberones; sin embargo, en países como México la industria puede seguir usándolo.
Para saber qué tipo de recipiente son seguros, Profeco recomendó verificar que el empaque tenga la imagen de una copa y un tenedor juntos, esto significa que es apto para su uso en contacto directo con los alimentos.
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