El 11 de junio, el subsecretario de Seguridad Pública, Luis Rodríguez Bucio, informó sobre el caso de seis personas acusadas de homicidio y feminicidio, a quienes se les impuso la prisión vitalicia y hasta 624 años de cárcel.
En la conferencia matutina en Palacio Nacional detalló que a Uriel “N”, un expolicía auxiliar de la Ciudad de México, recibió la prisión vitalicia por matar a dos hombres e intentar asesinar a un menor el 12 de junio de 2023 en el municipio de Chimalhuacán, Estado de México.
También mencionó que Conrado “N” y Fernando Ildefonso “N” fueron sentenciados a 225 años y 3 meses de prisión por la desaparición y feminicidio de dos mujeres el 21 de mayo de 2022 en Guaymas, Sonora.
Aquí hubo dos situaciones. Un exfuncionario que sí recibió la prisión vitalicia como castigo y otros dos hombres que pasarán más de 200 años en la cárcel cuando el promedio de la vida de un ser humano es menor a 100 años. Es decir, es una condena de larga duración, pero ¿cuál es la diferencia?
¿Qué es la prisión vitalicia?
Se trata de la máxima sanción o castigo que se impone a una persona cuando comete un delito. De acuerdo con un texto de Rodrigo Labardini, publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la prisión vitalicia es comúnmente llamada “cadena perpetua”.
En un pronunciamiento de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre la racionalización de la pena de prisión, cita al jurista español Eugenio Cuello Calón, el cual señala que la pena a perpetuidad o cadena perpetua es la reclusión por siempre de una persona, por eso también se le llama prisión vitalicia.
“Importa destacar que existen penas de larga duración, que si bien no se reconocen como vitalicias, cuando son impuestas rebasan ostensiblemente el tiempo de vida promedio de cualquier persona, o bien, por acumulación de sentencias compurgadas en forma sucesiva. Este tipo de penas terminan por anular simbólicamente al sentenciado; es decir, procuran hacerlo inocuo”, señala la CNDH.
¿Cómo se aplica la prisión vitalicia en México?
En el país solo los estados de Chihuahua, Veracruz, Puebla, Estado de México y Quintana Roo contemplan la prisión vitalicia en su legislación; sin embargo, otros estados castigan con penas máximas de los 50 a los 110 años de cárcel, lo cual supera la esperanza de vida de cualquier persona. Además de que las condenas por más de un delito se acumulan.
En Chihuahua se aplica por homicidio de dos a más personas; Veracruz, por homicidio; Puebla por plagio; Quintana Roo, por plagio; y Edomex por homicidio, extorsión con agravante, entre otros.
¿Hay controversia por la prisión vitalicia?
Sí la hay. De hecho, derechos humanos la considera como una especie de sentencia a muerte en reclusión , debido a que se priva al interno de cualquier esperanza de libertad y se anula la posibilidad de acceder a algún beneficio de libertad anticipada.
Incluso la CNDH considera que no es la respuesta para combatir la violencia, la delincuencia organizada, secuestros u otros delitos, ya que viola los derechos humanos, ya que no se fortalece la reinserción social y solo se enfoca en separar permanentemente al interno.
