Estamos en la cuerda floja para caer en una guerra arancelaria que costará empleos y estancará aún más el desarrollo económico de nuestro país. Pero la presidenta Sheinbaum tiene otras prioridades, continuar con una aprobación alta de acuerdo a sus encuestas y darle pan y circo al pueblo.
Este viernes fue el quingentésimo aniversario luctuoso del último tlatoani, Cuauhtémoc, y para conmemorarlo, realizaron un evento en el Zócalo donde no faltó el espectáculo. Llamó “Joven Abuelo” a Cuauhtémoc, se realizaron danzas y por su puesto, se utilizó dinero del erario para la movilización y compensación de los asistentes, pero entre otros recursos, se utilizó tiempo de la presidencia y Secretaría de la Defensa Nacional para asistir y legitimar ante los asistentes y medios un evento que se empalmó con las vísperas del inicio de una avalancha económica para nuestro país.
Trump cumple con aranceles a México y Canadá
El presidente Trump cumplió, ya hay aranceles del 25% aunque eso signifique haberse disparado en el pie, porque los consumidores estadounidenses serán quienes terminen pagando el costo de importación o producción. Aunque las empresas trasladen las plantas automotrices y electrónicas a Estados Unidos, ¿la utilidad será equiparable si deben pagar sueldos y producción en dólares?
Pero el que avisa no es traidor, y él puso como condición para aplazar los aranceles, que México frenará el tráfico de drogas y la migración ilegal en nuestra frontera norte. La violencia en el norte del país persiste, y la infame (para el gobierno mexicano) carta que recibió México de un ciudadano detenido en Estados Unidos es solamente la cereza del pastel para la imagen que tiene el gobierno estadounidense sobre la efectividad del combate al crimen organizado.
Presidenta Sheinbaum: Incongruencia populista y negligencia presidencial
Pero la presidenta Sheinbaum no tiene un discurso congruente, utiliza un nacionalismo que no incluye con genuina pluralidad a todos los pueblos indígenas del país, insiste en exigir que se disculpe España, por la violencia ejercida durante la conquista de México, aunque a los criminales ni siquiera los llame por su nombre. Pero en su campaña utilizó la imagen de la Virgen de Guadalupe, haciendo alusión a la fuerte fe católica de los mexicanos, y para el desarme de los ciudadanos dio el banderazo en la Basílica de Guadalupe, para que la gente confiara y se sintiera atraída a entregar sus armas.
¿Desprecia la imposición de la cultura española o solamente evoca a su conveniencia símbolos que crean la ilusión de pinceladas de identidad nacional? ¿Qué relevancia tiene el endeble sentido de pertenencia que ella nos transmite? Cuando su colaboración con los pueblos indígenas se limita a un espectáculo y permite que el crimen organizado, perdón “las personas generadoras de violencia” los desplacen, extorsionen y amenacen.
Sigue refiriéndose como “personas generadoras de violencia” a criminales, porque cualquier acto violento que amerite convertirse en noticia o llamar la atención de las autoridades, es un delito, pero minimiza el impacto que tiene en la población, porque es más importante no ofender a un delincuente que proteger a todos los ciudadanos víctimas potenciales del crimen. Pero también es más importante seguir deteriorando las relaciones con España que poner en acción una estrategia eficiente de seguridad y una negociación lo suficientemente atractiva y eficiente para evadir esta bomba que fue anunciada hace más de un mes.
