El mercado mundial del café tambalea con precios a niveles no vistos en casi medio siglo, la combinación de sequías severas, lluvias torrenciales e incertidumbre climática en los principales países productores ha disparado las alarmas, amenazando con una escasez global y precios aún más elevados para los consumidores.
Brasil, el coloso productor de café arábica, ha sufrido la peor sequía en décadas. Aunque las lluvias finalmente llegaron en octubre, la humedad del suelo sigue siendo preocupantemente baja, poniendo en riesgo la cosecha de 2025.
Vietnam, líder en la producción de granos robusta, también ha enfrentado condiciones climáticas adversas, con una prolongada sequía seguida de lluvias torrenciales que han retrasado la cosecha.
#mercado | Café en máximos históricos, curiosamente temas climáticos a jugado a favor del precio afectando la producción de café en varias regiones del mundo. pic.twitter.com/5hKNTWJ2FQ
— Ale𝕏ander Rios (inver𝕏ia) ∆ (@inverxia_co) December 10, 2024
El impacto de esta crisis climática se refleja en los mercados de futuros. Los contratos de café arábica han alcanzado recientemente los 3.35 dólares por onza (453 gramos), un aumento del 70% desde principios de año, alcanzando niveles no vistos desde 1977.
Ole Hansen, Jefe de Estrategia de Materias Primas de Saxo Bank, advierte sobre las “serias preocupaciones” en torno a la cosecha de arábica de 2025 en Brasil, agravadas por la difícil temporada de crecimiento en Vietnam.
¿Cuál será el impacto del precio del café en los consumidores?
Cafeterías y empresas que dependen de este producto como materia prima podrían verse afectadas por el aumento de los costos mundiales, y con ello, tendrían que ajustar sus precios o absorber los costos adicionales.
A pesar de no ser uno de los mayores productores a nivel mundial, México juega un papel importante en el mercado del café, especialmente por la calidad de sus granos.
Ante la crisis global, el café mexicano podría verse beneficiado por el aumento en la demanda internacional. Sin embargo, el sector también enfrenta desafíos, como la volatilidad de los precios y la necesidad de adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes.
Eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones y heladas amenazan con desestabilizar la producción global, generando incertidumbre en el mercado y precios volátiles.
La situación actual exige una respuesta integral que incluya la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y la investigación en variedades de café resistentes al clima. El futuro del café, y de quienes dependen de él, está en juego.