Al llegar a casa después de un día pesado en el trabajo o la escuela, es común quitarse los zapatos y acostarse en la cama o en un sillón. Sin embargo, ¿tú o tu familia han notado que tus pies tienen mal olor?
Lo más común es pensar que sudaste mucho debido a una ola de calor o porque caminaste todo el día, aunque no es la única razón. El sudor por sí solo no tiene olor, sino las bacterias en la piel, de los pies y de todo el cuerpo, son las responsables de ello.
¿Qué causa el mal olor de pies?
Los pies tienen miles de glándulas sudoríparas que expulsan sudor para regular la temperatura corporal. Cuando el sudor está atrapado en los zapatos o calcetines, puede crear un mal olor, el cual es conocido como bromohidrosis, asegura la doctora Jabeen Begum en el portal especializado Web MD.
Ahora, el mal olor es causado por bacterias , las cuales sobreviven alimentándose del sudor. Después, esos mismos patógenos generan desechos, los cuales son los que generan olor de pies.
La especialista también señala que el mal olor de pies puede ser causado por usar los mismos zapatos diariamente, por tener mala higiene e incluso por algunas enfermedades.
Las personas pueden sudar demasiado y tener mal olor si usan calzado muy pequeño o muy ajustado, así como por estar paradas por largos periodos de tiempo y hasta por estar sujetos a mucho estrés.
¿Qué hacer si te huelen mal los pies?
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido hace algunas recomendaciones para evitar el mal olor de los pies:
- Lavar los pies al menos una vez al día. Es posible usar un jabón antibacterial.
- Remover callosidades con una lima y mantener uñas cortas y limpias.
- Usar talco o antitranspirante.
- Usar calzado hecho con fibras naturales o que respire, como de algodón o piel.
- Secar los caparros antes de usarlos de nuevo o tener un par para rotarlos y no usar el mismo cada día.
- Evitar usar los mismos calcetines o zapatos dos días seguidos.
- No usar zapatos muy ajustados.
- No caminar descalzo en lugares públicos o húmedos como piscinas o regaderas de gimnasios.
En caso de no tener mejoría, lo recomendable es acudir con un médico, quien hará el diagnóstico correspondiente.
