Las nuevas generaciones no se interesan por las actividades en el campo; buscan otras oportunidades
Nostalgia es el sentimiento que provoca la falta de interés de los jóvenes por el campo, pues muchos consideran que las condiciones económicas son insuficientes para permanecer ahí.
La relación entre las nuevas generaciones y el campo en México está marcada por un sentimiento de nostalgia entre los campesinos con más experiencia, quienes ven cómo sus hijos han optado por caminos diferentes, alejándose de las tradiciones agrícolas que alguna vez definieron sus vidas. Este fenómeno no es simplemente un reproche o un reclamo, sino una reflexión sobre el cambio de valores y prioridades en la sociedad contemporánea.
Francisco Rodríguez, ejidatario del ejido La Huacana, en Michoacán, expresa su tristeza al notar que sus tres hijos ya no lo acompañan en el trabajo de sus parcelas: “Nooo, ya las nuevas generaciones no...”, dice con resignación. A pesar de su amor por el campo y su orgullo en ser ejidatario, se enfrenta a la dura realidad de tener que contratar peones para trabajar sus tierras, pagando alrededor de 300 pesos diarios. Este cambio refleja una tendencia más amplia: los jóvenes prefieren carreras ajenas a la agricultura, buscando oportunidades en sectores que prometen mayor estabilidad económica.
Hijos de la #Tierra | En el corazón de #México, el campo se enfrenta a un enorme reto: ¿Quién tomará la estafeta de esta tradición? Mientras los hijos eligen nuevos caminos, los padres siembran esperanza en la #parcela. Los detalles con @Galicia_Edgar pic.twitter.com/GD4xG0Yg8a
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) November 19, 2024
Condiciones económicas son insuficientes para quedarse en el campo
Luis Rebollar, un emprendedor social que también proviene de una familia de campesinos, comparte una experiencia similar. Aunque reconoce que no quería vivir como sus padres, ha encontrado una forma de revalorizar la agricultura mediante cultivos verticales en su patio, utilizando tecnología moderna como sistemas de riego por goteo que pueden ser controlados desde cualquier parte del mundo. Su objetivo es dignificar la imagen del campesino mexicano y demostrar que es posible cultivar con éxito sin depender exclusivamente del campo tradicional.
La situación del campo mexicano es preocupante. Según un estudio realizado hace 17 años por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, solo el 6% de los campesinos resultaron ser competitivos en el mercado. Este dato alarmante ha contribuido al desánimo entre las nuevas generaciones, quienes se sienten atraídas por la modernidad y la tecnología más que por las duras realidades del trabajo agrícola. Francisco Rodríguez menciona que antes se sembraban aproximadamente 5 mil hectáreas en su región; hoy apenas se cultivan mil, lo que indica un abandono significativo de la tierra.
Los testimonios de jornaleros como Luis Bautista y Carlos Esparza reflejan esta dualidad: mientras algunos sienten orgullo por sus raíces campesinas, otros consideran que las condiciones económicas son insuficientes para justificar permanecer en el campo. Carlos incluso menciona que si tuviera otra oportunidad laboral en Estados Unidos, no dudaría en irse.
Mayores de 50 años se dedican a las actividades en el campo
En México, aproximadamente 5.5 millones de personas aún se dedican al trabajo agrícola. Sin embargo, más de la mitad de aquellos que todavía aman el campo son mayores de 50 años. Esto plantea interrogantes sobre el futuro del sector agrícola y su capacidad para atraer a las nuevas generaciones. La falta de rentabilidad y las condiciones difíciles han llevado a muchos a mirar hacia otros horizontes.