El próximo lunes 8 de abril de 2024, la Tierra se oscurecerá por algunos minutos, gracias un eclipse solar. En el que, además, México tendrá una vista privilegiada. Pero más allá de los efectos científicamente comprobables, el hecho de que el fenómeno será tan visible en nuestro país nos remonta a la percepción que tenían las antiguas culturas prehispánicas, ya que, de acuerdo con la cosmovisión mexicana, estos podían ser sinónimo de malos presagios, ¿por qué?
¿Qué significan los eclipses en culturas antiguas?
Se dice que la llegada del eclipse solar 2024 podría traer al mundo fenómenos como sequías, guerras, decadencia de la economía, entre otros aspectos relacionados con malos augurios.
Aunque pudiera parecer casualidad, las antiguas culturas se basaban en mitos y leyendas para sustentar sus creencias, ya que al hablar del Sol y la Luna, no podemos perder de vista que es se interpretan como deidades, a las que se les debe rendir culto. Es así como nacen los siguientes relatos:
- El del jaguar celestial: En este mito, un jaguar celestial persigue al Sol y lo devora, causando el eclipse.
- El mito de la lucha entre el Sol y la Luna, donde el Sol y la Luna se pelean, y el eclipse es el resultado de su lucha
- El nacimiento del Quinto Sol, en el que se cree que el Sol, que nos ilumina actualmente, nació de un eclipse solar. Específicamente como el reflejo del momento en que Tecuciztecatl y Nanahuatzin se lanzaron al fuego, para crear este nuevo astro.
La razón por la que el eclipse solar 2024 es sinónimo de un mal presagio
Los mitos y leyendas hablan de los eclipses en general; sin embargo, se habla específicamente del eclipse solar porque el Sol es representado como el señor de la vida, ya que es quien ilumina al mundo, por lo que al sufrir una abrupta imposición podría traer graves consecuencias a la humanidad.
En la actualidad, se cree que estos fenómenos pueden causar enfermedades, especialmente en las mujeres embarazadas y los niños pequeños, así como desastres naturales como terremotos, inundaciones, sequías o incluso un presagio de muerte.