¿La tecnología podría reemplazar al Sistema Braille?

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) destaca que en nuestro país existe una creciente preocupación entre la comunidad de invidentes y débiles visuales, debido al poco apoyo para la enseñanza, uso e inversión del Sistema Braille, en especial entre educadores y gobiernos.

Lo anterior, porque está arraigada la falsa creencia de que los dispositivos tecnológicos como audiolibros, libros electrónicos, lectores de pantalla, entre otros, pueden reemplazar al Braille.

Si bien algunas tecnologías son de utilidad para la comunicación de personas con debilidad visual, no todas se han adaptado para el uso de ciegos o débiles visuales. Además, el acceso no está al alcance de todos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el planeta existen cerca de dos mil 200 millones de personas con algún tipo de deficiencia visual o ceguera, lo que las hace más vulnerables a vivir en la pobreza, y tener menor acceso a servicios de salud, educación y trabajos remunerados.

De esos dos mil 200 millones, casi la mitad son casos que pudieron haberse evitado, o todavía no han recibido tratamiento, advierte la OMS.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México hay más de 6 millones de personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.9 por ciento de la población total del país.

El 44 por ciento de esta cifra, es decir, más de 2.3 millones, tiene alguna dificultad para ver, incluso usando lentes.

Se estima que cerca del 50 por ciento de los casos de ceguera en nuestro país son provocados por cataratas; le siguen accidentes y enfermedades causantes de falta de visión: entre ellas retinopatía diabética, glaucoma, desprendimiento de retina, malformaciones y miopía degenerativa.

Este 4 de enero se conmemora el Día Mundial del Braille, con el objetivo de crear conciencia entre la población sobre la importancia de este sistema para las personas con discapacidad o deficiencia visual, quienes tienen derecho a desenvolverse en equidad de condiciones y sin sufrir ningún tipo de discriminación.

Fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 1 de noviembre de 2018 y comenzó a celebrarse a partir del 4 de enero del siguiente año.

Tiene sus orígenes en el año 2000, cuando la Unión Mundial de Ciegos comenzó a celebrarlo en memoria de su creador, el francés Louis Braille, nacido el 4 de enero de 1809.

En el año 2006, al adoptar la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, la Asamblea General de la ONU reconoció la importancia del Braille en la educación de las personas ciegas o con debilidad visual, ya que este sistema les ha permitido acceder a la lectura y la escritura, actividades fundamentales para su educación y comunicación con su entorno social y laboral.

El Sistema Braille se basa en la representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos, con la utilización de puntos resaltados en relieve para representar letras, signos de puntuación y números; además de símbolos musicales, matemáticos y científicos. Fue desarrollado por el francés Louis Braille en el siglo XIX.

Gracias al Braille, millones de personas en todo el mundo han logrado tener acceso a la educación, información, desarrollo profesional, intelectual, entretenimiento y autonomía de movimiento.