La Corte Suprema del Estado de Arizona, en Estados Unidos, determinó que dicha entidad debe seguir una ley del año 1864, por la cual quedan prohibidos la mayoría de los abortos.
Desde diciembre de 2022, los médicos ce Arizona podían practicar la interrupción legal del embarazo hasta las 15 semanas, de acuerdo con una interpretación de las leyes estatales, de acuerdo con otras cortes menores de la entidad.
La Corte Suprema de Arizona determinó, en una votación de cuatro jueces contra dos, a favor de la denuncia de un obstetra contra el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. A la defensa de la controvertida ley se unió un fiscal del condado, después de que el fiscal general del estado, de extracción demócrata, rechazó hacerlo.
De esta forma, el estado debe adherirse a la ley que data de 1864 y que contempla penas de prisión de entre dos a cinco años para quienes practiquen abortos.
¿Qué abortos están permitidos en Arizona?
La corte determinó que los médicos están notificados de que “todos los abortos, salvo los necesarios para salvar la vida de una mujer, son ilegales”, estableció en su resolución. El órgano judicial agregó que habrá sanciones criminales para quienes realicen abortos que ocurran después de las 15 semanas de gestación.
Con esta medida, Arizona tendrá una de las leyes contra la interrupción legal del embarazo más estrictas en Estados Unidos , en conjunto con Texas, Alabama y Misisipi, donde también restricciones al procedimiento con pocas excepciones.
Gobernadora de Arizona y Joe Biden reaccionan a prohibición de aborto
Katie Hobbs, gobernadora de Arizona, atacó la resolución de la corte y sentenció que daña a las mujeres.
“La prohibición al aborto de 2022 es extrema y daña a las mujeres y la prohibición, que data de la era de la Guerra Civil que continúa sobre nuestras cabezas, sólo sirve para crear más caos a las mujeres a los doctores en nuestro estado”; aseveró la mandataria local.
En el mismo sentido se pronunció
Joe Biden
, presidente de Estados Unidos quien calificó la decisión como resultado de una “agenda extrema de oficiales electos Republicanos para arrebatarle la libertad a las mujeres”.
