La vida da muchas vueltas… dicen los que saben y la razón les asiste; sobre todo, si lo vemos a la luz de lo que está pasando en el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Este viernes, 23 de agosto, se define el número de diputados y senadores que recibirán los partidos políticos bajo el principio de la representación proporcional, una figura incorporada al sistema electoral mexicano en 1977.
Jorge Carpizo (1980) lo explica mejor:
“La representación proporcional surgió con la finalidad de que los partidos pequeños representando minorías pudieran ocupar espacios en el Congreso y se les permitiera exteriorizar sus propuestas en el debate legislativo”.
Y con estos plurinominales, es muy probable que Morena y sus aliados (del PT y PVEM) alcancen una súper mayoría legislativa solo equiparable con el PRI cuando tiraban el sistema y asesinaban a sus candidatos.
Ese pasado lleno de dinosaurios donde un joven Andrés Manuel López Obrador luchaba contra la sobrerrepresentación; y no lo digo yo, que no doy paso sin huarache, lo dice la historia.
Entonces, como dicen en la Buenos Aires, vámonos por partes:
La acción de inconstitucionalidad 6/98
En 1998, López Obrador, entonces presidente del PRD, promovió la Acción de Inconstitucionalidad 6/98 ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para revertir la sobrerrepresentación legislativa en el Congreso de Quintana Roo.
Dicha acción de inconstitucionalidad fue resuelta por la ministra Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila señalando el “espíritu de la norma fundamental” que tiene como objetivo, evitar la sobrerrepresentación:
(Fragmento de los resolutivos): “Si el Constituyente no limitó ni condicionó la asignación de diputaciones de representación proporcional al número de constancias de mayoría relativa obtenidas, es evidente que la disposición combatida que impone tal requisito para adjudicar las diputaciones se aleja del espíritu de la norma fundamental”.
En aquella ocasión, la SCJN le dio la razón (parcialmente) a AMLO y evitaron la formación de una super mayoría legislativa del PRI en el Congreso local, con la interpretación de la Ley. Ni más ni menos.
El proyecto de sobrerrepresentación
Hoy las cosas son muy distintas.
De entrada, la SCJN no resuelve ningún asunto relacionado con la materia electoral, el PRD ya ni existe y, lo más importante, López Obrador pasó de la oposición al gobierno.
Y, como dicen los antiguos: el poder corrompe, porque en vísperas de la conformación de una super mayoría de Morena y sus aliados (PT y PVEM), el presidente (ahora de todos los mexicanos) no ha dicho ni Pío.
La Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE elaboró un proyecto de asignación de plurinominales con base en lo establecido en la Ley y no en la interpretación de la misma; alejándose del “espíritu fundamental de la norma”, como dijo Olga Sánchez Cordero hace 26 años.
Y peor aún, Morena y sus aliados (del PT y PVEM) alcanzarán el 75% de los legisladores cuando sólo ganaron alrededor del 50% de los espacios… A menos que el Tribunal Electoral diga lo contrario.
Entre tanto, que vueltas da la vida.
