El volcán Iztaccíhuatl es de los más cercanos al Popocatépetl , el cual ha tenido un incremento de actividad durante los últimos días. Ante ello, algunas personas pueden preguntarse si “La mujer dormida” podría despertar y tener alguna erupción o expulsión de material volcánico.
Este volcán tiene una altura de 5 mil 230 metros sobre el nivel del mar, ligeramente diferente al de su contraparte, el Popocatépetl, el cual tiene una elevación de 5 mil 439 metros sobre el nivel del mar. Ambos están unidos por un puerto montañoso que tiene 3 mil 600 metros de altura, el cual es conocido como Paso de Cortés.
El Iztaccíhuatl está localizado al norte del Popocatépetl. Está ubicado entres las fronteras del Estado de México y Puebla. Este no es un volcán extinto, sino que los expertos en vulcanología le llaman “potencialmente activo”, ya que ha tenido actividad en los últimos 10 mil años.
¿Despertará el Iztaccíhuatl?
El volcán Iztaccíhuatl aún no tiene señales de despertar, ya que para ello deben suceder algunas señales previas, como destaca Robin Campion, doctor en ciencias geológicas e investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Algunas de estas actividades son:
- Aumento de sismicidad.
- Cambio de las fumarolas.
- Deformaciones en el suelo.
- Cambios de Temperatura.
El experto señaló que en caso de que existiera una inyección magmática a este volcán, estos signos ocurrirían con años de anticipación.
¿Qué representa Iztaccíhuatl?
Iztaccíhuatl es una palabra que proviene de dos vocablos del náhuatl: “Iztac”, que significa blanco y “Cíhuatl”, es decir, mujer. Además, la forma de la cima de dicho conjunto de montañas simula una mujer recostada con un manto blanco, cuando está cubierto de nieve.
La leyenda cuenta que estos dos colosos representan a una joven y a un guerrero Tlaxcaltecas. Iztaccíhuatl estaba enamorada de Popocatépetl , quien partió a la guerra contra la civilización Azteca.
Antes de ir al combate, Popocatépetl pidió la mano de la princesa al cacique del pueblo, quien se la otorgó a condición de que volviera sano de la guerra. Sin embargo, alguien le comentó una mentira a Iztaccíhuatl sobre que su guerrero había muerto.
Ante esa noticia, la doncella murió de tristeza. Al regresar, Popocatépetl supo que su amada había fallecido. Para honrar su amor, mandó hacer una tumba amontonando 10 cerros para erigir una montaña. Cuando terminó la construcción, el guerrero tomó el cuerpo de su enamorada y la recostó en la cima del cerro, le dio un último beso y con una antorcha, se arrodilló para velar el sueño eterno de Iztaccíhuatl.
