Uso de una cápsula de suicidio asistido “Sarco” desata polémica en Suiza
Aunque Suiza permite el suicidio asistido, el caso de una mujer de 64 años por el uso de una cápsula de suicidio asistido está causando polémica.
Una reciente controversia ha surgido en Suiza por el uso de una cápsula de suicidio asistido conocida como “Sarco” . Aunque el país ha permitido la muerte asistida desde hace más de 80 años, las autoridades suizas han detenido a siete personas tras la primera vez que se utiliza el dispositivo, en la que una mujer estadounidense de 64 años decidió perder la vida. El gobierno ha declarado que, aunque el suicidio asistido es legal en Suiza, el método utilizado por esta cápsula no lo es, al no cumplir con las leyes de seguridad y productos.
¿Qué es la cápsula de suicidio asistido “Sarco”?
La cápsula “Sarco”, desarrollada por la compañía “El Último Recurso”, se presentó en 2020 como una innovadora opción para las personas que desean terminar su vida de forma voluntaria. Según Fiona Stewart, miembro de la empresa, el diseño de “Sarco” está pensado para permitir que la persona contemple la belleza de su entorno durante sus últimos momentos, gracias a una gran ventana en la cápsula. Además, según la diseñadora, la cápsula busca simbolizar “un viaje a un nuevo destino”.
Suicidio asistido con “Sarco” no fue legal
Sin embargo, la ministra suiza del Interior, Elisabeth Baume-Schneider, ha enfatizado que el dispositivo no cumple con las normativas de seguridad de productos ni con la ley de sustancias químicas, debido al uso de nitrógeno en el procedimiento. Estas razones llevaron a que “Sarco” fuera prohibida poco después de su legalización en 2020.
A pesar de esta prohibición, la mujer que decidió usar la cápsula cumplió con todos los requisitos de la ley para el suicidio asistido. No obstante, el procedimiento fue declarado ilegal por no haber estado supervisado directamente por un médico , lo que desató la detención de quienes asistieron en su muerte.
Este caso ha reavivado el debate sobre la libertad de elección en el momento de la muerte, demostrando que, incluso en países avanzados como Suiza, la plena libertad para decidir sobre la propia vida sigue siendo un tema complejo y controversial.
