A Platanito se lo cargó el payaso, cuando la comedia no es chistosa

Platanito cometió un grave error al intentar hacer comedia, el segundo para él en poco tiempo. Poca sensibilidad del comediante, pero peor criterio del humano.

Escrito por: Lesli Jiménez Espinosa

Platanito cargo payaso
| Fuerza Informativa Azteca

Platanito: “Imagínate ahorita, un dos, tres por Debanhi que está en la cisterna, no mam…”

Para Freud el humor era la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo, que en palabras simples, no es más que el reflejo de la inteligencia humana.

Y tenía razón, porque mientras un país se conoce a través de su censura y sus celebridades, la inteligencia de una persona se mide a través de su humor y su capacidad de síntesis.

¿Expone a la víctima o se expone como burlón ignorante?

Entonces, cuando nos encontramos con chistes tan desafortunados como los del payaso Platanito, haciendo mofa de una guardería incendiada que culminó con la muerte de 49 niños. Su psique se desnuda haciéndonos una innecesaria y ociosa presentación de su lerda brillantes.

Vomitando su manera burda para alcanzar la risa: fregarte al de enfrente, porque su sinapsis neuronal pareciera tropezar con la simbiosis racional. Alcanzando su pico de humor en la tragedia ajena, porque en sí mismo no hay tal ingenio que produzca otra clase de diversión.

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Y cuando pretende recapacitar sobre sus construcciones lógicas cuestionables y destructoras. Ya no nos habla Platanito, pero tampoco nos habla plátano, nos habla el hombre detrás del chiste de Debanhi Escobar: desde la cobardía, la soberbia y la ignorancia, porque carece de procesos racionales que desvelen su torpeza, y por lo tanto, le resulta inconcebible haber cometido un error, pero “sabe que tiene que quedar bien”.

El cobarde que se justifica y escuda detrás de excusas

Entonces a pesar de estar de acuerdo con su chiste, se desdice a sí mismo, se niega públicamente y pide perdón.

Ahora bien, Platanito reiteró que su humor es irreverente, y cuando escucho esa palabra es inevitable no pensar en la Guerra mundial, de Chaplin y su intelectual ingenio con el cual se mofa de Hitler y la tiranía del ser humano. O en su caso, recordar al hombre que no tenía tiempo para desayunar y solo llegaba a pedir la cuenta, mientras que aseguraba haber nacido a muy temprana edad, me refiero a Groucho Marx.

Un par de irreverentes que hicieron de la comedia la vía perfecta para delinear la sonrisa en la humanidad. Y sobra decir que no tuvieron que valerse de la desgracia del holocausto u otros infortunios que azotaron la paz mundial.

Con tales ejemplos de humor irreverente, Platanito seguramente deambula en una denotación dispar a la connotación de irreverencia.

Pero no todo está perdido, porque como señalaba Benjamin Franklin “Ser ignorante no es tanta vergüenza como no tener la voluntad de aprender” y frente a la aspiración de Platanito a ser irreverente, su voluntad de aprender se vislumbra férrea.

Así que empezar a leer las comedias del ingenioso Moliere, es una infalible sugerencia, para que aprenda a hacer reír sin abusar de aquellos que ya no pueden revirar su presunto intelecto.

Sirve que mata dos pájaros de un tiro: desarrolla un pensamiento crítico e inteligente y evita las disculpas.

¡Eureka!

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