“¿Ustedes le pedirían al pueblo Judío celebrar a Hitler? Entonces porque (sic) nos piden celebrar a Colón y el exterminio de nuestros abuelos?”
Tenoch Huerta, Twitter, 2022
Es curioso que el actor mexicano mencione a Hitler, cuando, -y bajo su misma lógica- trabajó para una empresa creada por un antisemita. Me refiero a Disney, compañía dueña de Marvel, donde colaboró para la película “Black Panther: Wakanda Forever”.
Al creador de Mickey Mouse se le ha señalado por haber tenido nexos con Motion Picture Alliance for the Preservation of American Ideals, una organización antisemita y anticomunista en la década de los 40, así como por ser la única compañía norteamericana que difundió la película propagandista “Olympia”, sobre los Juegos de Berlín en 1936. El filme lo recibió de manos de la cineasta de Hitler, Leni Reinfrestahl.
Entonces, si miramos bajo la lógica de Tenoch Huerta, el cuestionamiento sería el siguiente: ¿Ustedes trabajarían para una empresa de origen antisemita para combatir la discriminación? Entonces, ¿por qué nos piden cambiar, si ustedes se contradicen en el discurso?
Indudablemente el cuestionamiento resulta absurdo, porque no tiene una relación racional que el fundador de la cinematográfica haya tenido cierta ideología, y por lo tanto ahora que está muerto y las cosas han cambiado, manifestarse en contra de Disney por “considerarlo” antisemita, es ridículo.
Ahora, la pregunta del actor recae en Cristóbal Colón , pero entendamos mejor:
1. Colón “descubrió” América en octubre de 1492 y ya.
2. Con la llegada de Hernán Cortés surgen alianzas, sí, alianzas, con pueblos/culturas rivales de los aztecas, como lo fueron los totonacas, tlaxcaltecas y purépechas (por mencionar algunos), puesto que estaban hartos del poder que ejercían los aztecas sobre ellos.
3. O sea, sin la ayuda de los indígenas, la historia de la Conquista no sabemos si se hubiera escrito.
4. Finalmente los españoles empezaron a procrear con mujeres indígenas y esa raza “pura” indígena se convirtió en la mezcla que hasta el día de hoy prevalece.
5. Nuestros apellidos, la virgencita de Guadalupe, la talavera, los caballos y un sinfín de prácticas, elementos y alimentos, son productos de la coexistencia racial.
6. ¿Qué sentido tiene despotricar en contra de los españoles del 1600, quienes contribuyeron a la construcción de nuestra raza actual? ¿Qué sentido tiene traer a la mesa esa queja en pleno siglo XXl?
De buenas intenciones
Tenoch Huerta, “prieto resentido”, como se autodenomina en su biografía de Twitter, ha tomado la causa de luchar contra el racismo, y sin duda es una tarea loable, porque a pesar de la evolución del hombre, del pensamiento, de la tecnología, la ciencia y cuanta cosa se nos ocurra, la realidad en México resulta retrógrada, violenta y prosaica, al ser un país altamente racista.
Había una vez…
Originado en el mestizaje, el racismo fue tomando fuerza en el siglo XVl durante la Nueva España, donde los europeos (blancos) tenían lógicamente privilegios preponderantes sobre los indígenas morenos. Por tanto la idea de la piel blanca se empezó a ligar con una buena posición social, mientras que la piel morena era sinónimo de pobreza.
Y como señala el historiador mexicano, Federico Navarrete, “deseamos el blanqueamiento de los indígenas, pero jamás la indigenización de los blancos”.
Una idea repulsiva y retrógrada, pero el racismo no tiene vida propia, es el ser humano el que le da vida y peso a sus repercusiones violentas originadas en el siglo XVl.
El humor mexicano y filosófico
En 2017, Federico Navarrete publicó “El alfabeto del racismo en México”, un libro que reúne conceptos como: “güero”, “naco” o “whiteness”, y frases como “no digas que es prieto, di que está mal envuelto”.
El libro es un compendio que invita a la reflexión, pues refleja el racismo enquistado de los mexicanos, que muuuuuuuuuuy lejos de Colón, Cortés, Bernal del Castillo, Bucareli y Bartolache, somos -generación tras generación- los que le hemos dado vida al menosprecio por la tonalidad de la piel.
¿Ven lo absurdo de “culpar” a Colón cuando somos nosotros los que perpetuamos el racismo día tras día?
Pensemos algo sencillo:
Los bisabuelos de una familia no tuvieron acceso a la educación, porque debían trabajar desde adolescentes. Ahora el bisnieto de la familia tiene la oportunidad de estudiar en lugar de trabajar, pero recuerda que sus bisabuelos no estudiaron y por tanto él tampoco lo hará.
Esa es la simple y ridícula razón del adolescente, es producto de su ignorancia frente a los beneficios futuros que el conocimiento le aportará y es una forma falaz de justificar su acción.
Como vemos, la historia es absurda, justo así como el discurso mexicano que promueve odio y rechazo contra los españoles conquistadores.
Los piel “ignorantes”
Queda claro que discriminar por la tonalidad de la piel es arcaico, violento e ignorante, pero las generaciones de humanos han decidido mantener ese pensamiento, desde las expresiones verbales, hasta las preferencias por la tez blanca.
Hablar de racismo, es hablar de una práctica en la que de una u otra manera hemos contribuido, pero no nos queremos hacer responsables y por ello sacamos puntadas preciosas, que responsabilizan al malvado siglo XVl, dejando de lado cobrar conciencia sobre los actos fallidos de anteriores generaciones, y nuestra obligación de convertir el racismo en un episodio de la historia y no el presente interminable social.
Y justamente esa es la piel “ignorante”, tanto la que practica el racismo, como la que culpa a los españoles de tal fenómeno.
Datos del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación, del 2021 en CDMX, ubicaron la primera causa de discriminación: ser de tez morenas, y en segundo lugar, pertenecer a una comunidad indígena.
El racismo no tiene vida propia, son las personas las que le dan vida y permanencia, y hasta no romper con ideas arcaicas, el problema seguirá vigente.
Como es el caso de Tenoch Huerta y sus ocurrencias bien intencionadas, pero incoherentes y carentes de toda estructura lógica.
Y aclaro: Pieles “ignorantes” es una manera metafórica y sencilla para expresar con claridad los vicios naturales de la humanidad, en los cuales históricamente han recaído algunas prácticas y luchas, a pesar de tener una buena intención.
El término ignorancia recae en la idea prosaica que menosprecia a un individuo por su tono de piel. No tiene que ver con el nivel educativo de cada persona.