¡Pez diablo a la mesa! Pescadores tabasqueños transforman una plaga en deliciosa oportunidad
Si bien la apariencia del pez diablo puede disuadir a algunos comensales, pero su sabor ha sorprendido gratamente a quienes se atreven a probarlo.
En la comunidad Simón Sarlat, Tabasco , los pescadores han encontrado una ingeniosa solución a un problema acuático: el pez diablo. Esta especie invasora, considerada una plaga por su voraz apetito y su impacto en el ecosistema, ha sido convertida en un producto culinario exótico y sabroso.
Transformar el pez diablo en un manjar comestible no es tarea fácil. Los pescadores han desarrollado técnicas especiales para abrir el duro caparazón y extraer la carne con cuidado, evitando dañar las costillas. El proceso requiere esfuerzo y precisión, pero el resultado final es gratificante: filetes blancos y firmes, listos para ser transformados en exquisitas creaciones culinarias.
Pez diablo: Más allá de su imagen, su sabor sorprende
Si bien la apariencia del pez diablo puede disuadir a algunos comensales, su sabor ha sorprendido gratamente a quienes se atreven a probarlo. Su textura recuerda a la del robalo, con un toque extra de hemoglobina que le da un sabor único. Los chefs experimentados han sabido aprovechar estas características para crear platillos innovadores, como hamburguesas de pez diablo con mayonesa de habanero y tocino, o gratinados que deleitan el paladar.
Más allá de su sabor, el consumo de pez diablo tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Al convertirlo en un producto comercial, se contribuye al control de su población, lo que beneficia el ecosistema acuático y la preservación de otras especies.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Los pescadores han enfrentado la resistencia de algunos consumidores que se negaban a probar el pez diablo por su apariencia poco atractiva. No obstante, la perseverancia y el ingenio han dado frutos, y hoy en día, la cooperativa de Simón Sarlat exporta 20 toneladas de pez diablo a los Estados Unidos, mientras que en Tabasco, algunos restaurantes ya ofrecen platillos elaborados con este singular ingrediente.
La transformación pez diablo en alimento en Tabasco es un ejemplo inspirador de cómo la creatividad y la colaboración pueden transformar un problema ambiental en una oportunidad económica y gastronómica. La naturaleza, incluso en sus formas más inesperadas, puede ofrecernos recursos valiosos si sabemos cómo aprovecharlos de manera sostenible.
