El equipo de gimnasia de Nueva Zelanda tiene un reto más allá de los Juegos Olímpicos de París 2024 y es que una pareja de atletas debe enfrentar la competencia para obtener una medalla y mantener su amor en la ciudad luz.
Se trata de Dylan Schmidt y Maddie Davidson se conocieron en el equipo olímpico neozelandés, quienes se conocieron durante la justa deportiva de Tokio hace tres años.
Schmidt, quien fue excampeón del mundo en gimnasia, fue el primer medallista de Nueva Zelanda en su disciplina, al conseguir la presea de bronce a los 27 años en la competencia nipona.
Esta será su tercera participación en unos Juegos Olímpicos y animará a Davidson, quien fue la primera gimnasta neozelandesa en clasificar a la prueba femenina en los la justa olímpica de Tokio.
¿Gimnastas neozelandeses mezclan el amor con su deporte?
Aunque ambos intercambian ideas al ser trampolinistas, son conscientes de separar las labores de su deporte y las de su vida privada.
“No es el primer tema que sale a relucir cuando salimos a cenar”, relató Schmidt a la agencia de noticias Reuters. “Solemos dejar los consejos a nuestros entrenadores”.
Para mantener una distancia entre su trabajo y su romance ayuda que ambos entrenan en partes separadas de su país, ya que Schmidt vive en Auckland, en la isla norte, en tanto que Davidson está en la comunidad de Christchurch, en la isla Sur. Debido a ello, tratan de encontrarse cada dos semanas.
Este no es el primer romance durante unos Juegos Olímpicos
Los romances entre deportistas suelen forjarse en el hervidero de la competición y París 2024 será un lugar donde surgirá la chispa de varias relaciones futuras.
Megan Rapinoe, icono del fútbol femenino estadounidense, conoció a su pareja Sue Bird, exjugadora de baloncesto, en una sesión de fotos del equipo para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y ambas clasificaron para Tokio como pareja.
Los jugadores australianos de rugby seven Charlotte Caslick y Lewis Holland también compitieron como pareja en Tokio.
