El Papa Francisco se encuentra hospitalizado en el nosocomio Gemelli de Roma debido a una infección respiratoria, la cual no está relacionada con el Covid-19, por lo que requerirá algunos días de terapia médica hospitalaria, informó el Vaticano.
“El Pontífice tiene una infección respiratoria (se excluye la infección por Covid 19), que requerirá algunos días de terapia médica hospitalaria adecuada” confirmó el Vaticano mediante un breve comunicado.
En un inició, el portavoz Matteo Bruni explicó brevemente que el Papa Francisco estaba hospitalizado debido a controles médicos previamente programados, por lo que su agenda se había cancelado para continuar con sus revisiones médicas.
No obstante, algunos medios de comunicación en Roma informaron que el Papa Francisco había sufrido “problemas cardíacos y respiratorios”.
Sin embargo, este mismo día, más temprano, el sumo pontífice asistió a la audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro del Vaticano y se veía con buena salud.
🔴 Atualização do estado de saúde do #PapaFrancisco segundo boletim da @HolySeePress:
— Vatican News (@vaticannews_pt) March 29, 2023
Após exames, constatou-se que o Pontífice está com uma infecção respiratória (exclui-se a infecção de Covid 19), que exigirá alguns dias de adequada terapia médica hospitalar.
¿Qué enfermedades tiene el Papa Francisco?
El Papa Francisco sufre una serie de enfermedades que mantiene controladas, algunas derivadas de su edad. La que más problemas le causa es la diverticulitis que padece, una condición que puede infectar o inflamar el colon y por la cual fue operado en 2021 para extirpar parte de este órgano.
A principios de 2023, el líder de la iglesia católica indicó que la condición había regresado y que le estaba haciendo subir de peso, y aunque no dio muchos detalles, aseguró que no le preocupaba esta enfermedad.
Otra de las enfermedades del Papa Francisco es un problema en la rodilla, la cual lo obliga a utilizar bastón o silla de ruedas para poder moverse en sus apariciones públicas, no obstante, ha indicado en varias ocasiones que prefiere no operarse de ese malestar por temor a la anestesia.
Sin embargo, el Pontífice aseguró que ninguno de sus malestares lo harán renunciar a su cargo, añadió que solo lo haría por problemas graves de salud o que se encontrara incapacitado, como “un cansancio que no te deja ver las cosas con claridad. Falta de claridad, de saber evaluar las situaciones”, aseveró.