25 de julio.- Una dieta vegetariana bien planificada es adecuada para todas las etapas del ciclo de vida, incluida la infancia y la adolescencia, afirmó María del Carmen Iñarritu Pérez, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Los primeros años de vida son importantes para establecer hábitos adecuados, por lo que los padres deben evitar dietas restrictivas que pongan en riesgo la salud de sus familias.
En los últimos años ha aumentado el número de personas que se inclinan por una dieta vegetariana y vegana; la posición de varias sociedades científicas es que estas opciones de alimentación pueden ser adecuadas durante el embarazo, la lactancia y la primera infancia, siempre y cuando estén bien planeadas, dijo.
La dieta vegana es aquella que excluye cualquier alimento o bebida de origen animal, optando por los de origen vegetal, como frutas, verduras, leguminosas, cereales, tubérculos, nueces y semillas, productos de soya, aceites y grasas vegetales.
Pero mal planificada puede tener consecuencias negativas en la salud y el crecimiento, como cualquier otro tipo de alimentación desequilibrada, advirtió la especialista.
Dichas dietas a veces puede llevar al consumo deficiente de nutrimentos considerados críticos, como hierro, zinc, calcio, ácidos grasos, omega 3, vitamina D y vitamina B12.
Para evitarlo, la universitaria recomendó, en el caso de los ácidos grasos omega 3, la ingesta de chía, nueces, semillas, aceite de linaza y ácidos grasos monoinsaturados como aceite de oliva, evitando las margarinas y los aceites tropicales de coco y palma.
La cantidad adecuada de calcio se consigue a partir de productos de maíz nixtamalizado, almendras, col, brócoli y berros. También se debe poner atención a la vitamina D, exponiéndose moderadamente a los rayos del sol, y adquirir un suplemento de vitamina B12, por ser un nutrimento que no se encuentra en alimentos de origen vegetal, aconsejó.