La pandemia por coronavirus ha desestabilizado económicamente a varios países, uno de ellos es Brasil, donde las principales empresas permanecen cerradas bajo medidas de confinamiento; sin embargo, la deforestación se ha acelerado y muchos creen que los madereros y mineros ilegales continúan operando en el área.
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De acuerdo con los datos recabados por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil, la deforestación de la selva tropical brasileña aumentó un 64% en abril de este año, en comparación con el mismo mes del año pasado.
Todo indica que la tala ilegal aprovechó la cuarentena para destruir la selva. Incluso, el INPE señaló que en abril de este 2020 se destruyeron más de 405,6 kilómetros cuadrados de selva tropical, una vasta franja aproximadamente del tamaño de California.
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Tras darse a conocer la noticia, más de 3.000 soldados de las Fuerzas Armadas de Brasil han sido desplegados en el Amazonas, junto con funcionarios ambientales, para frenar la tala ilegal y otras actividades criminales que lleguen afectar la selva tropical, según el Ministerio de Defensa.
