Quintana Roo.- La Península de Yucatán está en el paso de fenómenos hidrometeorológicos; es el caso de “Grace”, un ciclón que se acerca a las costas del estado.
De junio a noviembre se forman ciclones tropicales
Estamos en plena temporada para que este tipo de fenómenos naturales impacten en las costas mexicanas. En caso que la trayectoria apunte hacia las entidades federativas, las autoridades van emitiendo alertas a través de colores.
Los quintanarroenses tienen la cultura de la prevención; sin embargo, hay población flotante que llega por diversas cuestiones al estado y que no está familiarizada con este tema.
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Por ello, en Fuerza Informativa Azteca le presentamos las cinco etapas del sistema de alerta temprana.
La alerta azul corresponde a un peligro mínimo. Se establece cuando se detecta la presencia de un ciclón tropical y permanece a más de 72 horas. En este color, la recomendación es mantenerse informado.
Alerta verde representa un peligro bajo. Es el instante en el que el fenómeno se encuentra entre 72 y 24 horas del impacto. Las acciones a seguir son reforzar puertas y ventanas, guardar documentos importantes y resguardar objetos que puedan ser proyectiles.
Privilegie su integridad y no arriesgue a su familia
La alerta amarilla tiene un peligro moderado. El sistema se encuentra entre 60 y 12 horas de comenzar a afectar. En esta etapa hay que conocer la ubicación del refugio más cercano, así como almacenar agua y alimentos.
Alerta naranja significa peligro alto. Se prevé su inminente llegada en un tiempo de entre 36 y 6 horas. En este punto se suspende toda actividad marítima y es necesario evacuar zonas de riesgo.
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Finalmente está la alerta roja que es el peligro máximo; es decir, el momento de la afectación. Las indicaciones son alejarse de puertas y ventanas, permanecer en un lugar seguro y conservar la calma.
Colores de alerta ante el paso de un ciclón como “Grace”
Diferencias entre tifón, huracán, ciclón y tornado
Hay cuatro poderosos fenómenos naturales que pueden ser producidos en distintas partes del mundo. Todos tienen algo en común: sus poderosos vientos son capaces de generar destrucción a su paso y con ello la pérdida de vidas humanas y el colapso de todo tipo de patrimonios.
La diferencia entre tifón, huracán, ciclón y tornado radica en el lugar en el que se producen. Se trata de sistemas tormentosos que reciben el nombre según la región donde se forman.
Para que un huracán, un tifón o un ciclón sean un fenómeno consumado requieren vientos con velocidades de al menos 119 km/h.
Cuando la tormenta rebasa los 179 kilómetros por hora estamos ante un huracán intenso; y si un tifón registra vientos de 241 km/h, se convierte en un supertifón.
Fenómenos naturales que pueden causar catástrofes
El tifón suele localizarse en el Pacífico occidental y en el Océano Índico.
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El huracán es exactamente lo mismo, solo que ocurre en el Océano Atlántico norte, en el Mar Caribe, en el norte del Pacífico este y en el Golfo de México.
El ciclón, por su parte, es un sistema de tormenta que se origina en aguas tropicales o subtropicales. Cuando surge en el hemisferio sur, sus vientos rotan conforme a las manecillas del reloj. Y cuando se presenta en el hemisferio norte, sus bandas de lluvia en espiral giran en sentido opuesto.
Finalmente, el tornado se caracteriza por tener un diámetro mucho más pequeño. Se trata de un torbellino violento que nace en las nubes y se extiende hasta la superficie terrestre.
