Reuters - Autoridades de Chile detuvieron la noche del jueves a un excapitán de la policía militarizada que está acusado de la agresión que dejó ciega a una mujer a fines del año pasado, cuando el país era sacudido por masivas protestas sociales.
Fabiola Campillai perdió la vista cuando recibió el impacto de una bomba lacrimógena que le causó graves daños en los ojos, mientras esperaba transporte para ir a su trabajo en una parada de bus en un sector de la periferia en el sur de la capital.
El hecho ocurrió el 26 de noviembre, en medio de las manifestaciones iniciadas en octubre y que sólo se detuvieron en marzo tras la llegada del coronavirus.
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El expolicía Patricio Maturana fue detenido por efectivos de la brigada investigadora de Derechos Humanos de la policía y es “el principal imputado por las graves lesiones causadas a una mujer (...) y que le ocasionaron ceguera total”, según dijo el viernes la Fiscalía en su cuenta de Twitter.
Carolina Namor, jefa de esa brigada, dijo a periodistas que entregarían todos los antecedentes del caso a la fiscalía durante una audiencia el viernes. “De acuerdo a los antecedentes que hemos recopilado, hemos podido determinar el mecanismo del disparo, el tipo de lesión desarrollada y el elemento, el arma utilizada para el disparo”.
Maturana, que trabajaba como policía en esa zona periférica, había sido dado de baja a mediados de agosto junto con otro funcionario por este caso.
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Más de 30 personas murieron, 3.000 resultaron heridas y 30.000 detenidas durante las manifestaciones, lo que captó la atención de varios organismos defensores de los Derechos Humanos, que cuestionaron el actuar de la policía en la represión de las protestas.
Hace poco, la Fiscalía acusó a un agente de las Fuerzas Especiales de la policía de ser responsable de las lesiones que dejaron ciego al joven estudiante Gustavo Gatica, cuyo caso se convirtió en un símbolo de las protestas.