La Nación Originaria Cowessess, en Canadá, anunció que se hará cargo de sus propios servicios de bienestar infantil en virtud de un acuerdo con el gobierno federal. La decisión fue tomada luego de que el mes pasado se descubrieron unas 751 tumbas sin identificar cerca de una antigua escuela residencial.
El acuerdo fue presentado en un evento en la provincia de Saskatchewan, al que asistieron el jefe de los cowessess, Cadmus Delorme, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
“Este es un importante paso adelante, y al final del día, significará menos jóvenes y niños bajo cuidado”, dijo Trudeau. Agregó que su gobierno está en conversaciones con otras Primeras Naciones sobre acuerdos similares.
Esta es la primera vez en 70 años que la Nación Originaria tendrá control sobre los servicios para niños y familias de sus miembros, además de ser el primer acuerdo derivado de una ley de 2019 destinada a otorgar a los grupos indígenas más control sobre el bienestar infantil de sus comunidades y reducir los niños indígenas en hogares de acogida.
Durante décadas, Canadá ha separado de manera desproporcionada a los niños indígenas de sus familias para colocarlos en hogares de acogida, a veces porque los servicios que necesitaban no contaban con fondos suficientes en las reservas.
En Saskatchewan, 80% de los niños en hogares de acogida pertenencen a una Nación Originaria, de acuerdo a un informe de 2018.
Los portavoces del gobierno no confirmaron si Ottawa continuaría financiando los costos de los servicios para niños y familias de la Primera Nación en el futuro.
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Today, we signed an agreement with Cowessess First Nation and @SKGov to make sure every child can have the best possible start in life - growing up in their communities, immersed in their cultures, and surrounded by their loved ones. pic.twitter.com/ysbg5e5JTz
— Justin Trudeau (@JustinTrudeau) July 6, 2021
Miles de niños en fosas comunes de escuelas residenciales canadienses
Canadá se recupera de los descubrimientos de más de 1,000 tumbas sin marcar en total, en los sitios donde funcionaban antiguas escuelas residenciales. Se cree que la mayoría de los restos pertenecían a niños.
Además, son un triste recordatorio de los abusos que las Naciones Originarias han sufrido durante generaciones y de su lucha por la justicia.
Durante 165 años, y tan recientemente como en 1996, el sistema de escuelas residenciales de Canadá separó a los niños de sus familias y los envió a internados donde fueron desnutridos, golpeados y abusados mental y sexualmente, en lo que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación del país denominó “genocidio cultural”, en 2015.
El Gobierno Federal estuvo en la corte en junio pasado luchando contra un fallo del Tribunal de Derechos Humanos que habría obligado a Ottawa a indemnizar individualmente a los niños y familias perjudicados de Naciones Originarias, por lo que el Gobierno admite es un sistema discriminatorio de servicios para niños y familias. Está pendiente un fallo de la Corte Federal.
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