Un niño de seis años, conocido como Panchito, murió luego de permanecer varios días en coma, ya que ingirió por accidente una bebida energética en casa de su abuela, en Matamoros, Tamaulipas.
La madre del menor, Jessica Cervantes, compartió el caso en sus redes sociales, donde aparecen varias fotografías de Francisco, quien llegó a casa de sus familiares el pasado 16 de abril y ahí encontró el vaso con la bebida energizante.
Después de ingerir el contenido del vaso por error, Panchito tuvo convulsiones y se desmayó, por lo que fue trasladado al área de urgencias del Hospital Alfredo Pumarejo, ubicado en Tamaulipas.
María Guadalupe Jaime, abuela del niño, explicó que ella lo cuidaba cuando encontró el vaso con la bebida energética, misma que le pertenecía a uno de sus primos, pero el menor la consumió.
En el hospital, los médicos determinaron que Panchito tenía una intoxicación ; sin embargo, tres días más tarde tuvo muerte cerebral. La familia buscaba una segunda opinión cuando el menor falleció.
“Agradezco a todas las personas que se acercaron a ofrecernos su apoyo, desgraciadamente mi niño ya no aguantó más”, dijo Jessica, citada por Azteca Jalisco.
La madre del niño reconoció el apoyo que le brindó la ciudadanía, “tanto económicamente y en oraciones” para tratar de salvar a Panchito, quien fue sepultado este viernes 22 de abril en Tamaulipas.
¿Qué es una bebida energética?
Una bebida energética , a pesar de su nombre, no produce energía, “sino un potente estímulo provocado por el golpe de cafeína y otras sustancias que ‘despiertan’ el organismo”, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
La dependencia detalló generalmente este tipo de bebidas contienen cafeína, taurina y otros ingredientes que varían de una marca a otra, como guaraná, ginseng, edulcorantes calóricos, sodio, carnitina y extractos de té verde.
Profeco señaló que el consumo máximo sería de dos unidades al día y no se recomienda que niños menores de 12 ingieran una bebida energética, tampoco las mujeres embarazadas o lactando.