¡Nicaragua bajo el puño de Ortega! La represión no para, nueva ola de detenciones y destierros

El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua ha desatado una nueva ola de represión, caracterizada por detenciones arbitrarias y destierros de ciudadanos que se atreven a criticar al gobierno o simplemente ejercer su derecho a la libertad de expresión.

La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua continúa su escalada represiva contra la Iglesia Católica.

El obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Carlos Herrera, fue detenido y expulsado del país el martes pasado, luego de criticar al alcalde de la ciudad de Jinotega por organizar un evento ruidoso en las afueras de la iglesia durante la misa dominical.

Según fuentes de la Iglesia, monseñor Herrera fue detenido en Managua mientras asistía a una reunión de obispos de la CEN.

Sin mediar explicaciones ni proceso legal, fue trasladado al aeropuerto y desterrado a Guatemala, donde fue recibido por la orden franciscana.

La expulsión del obispo se produce días después de que criticara públicamente al alcalde de Jinotega, Leonidas Centeno, por organizar un evento con música a alto volumen frente a la Catedral San Juan Bautista durante la misa del domingo 10 de noviembre.

Monseñor Herrera calificó el acto como un “sacrilegio” y una falta de respeto a la Iglesia Católica.

Este no es un hecho aislado. El régimen de Ortega ha intensificado la persecución contra la Iglesia Católica en los últimos años, acusándola de “injerencia” y “conspiración”. Obispos, sacerdotes y laicos han sido víctimas de detenciones arbitrarias, juicios sin garantías y destierros.

Monseñor Herrera es el cuarto obispo nicaragüense en ser expulsado del país. Anteriormente, los obispos Silvio Báez, Isidoro Mora y Rolando Álvarez también fueron forzados al exilio por el régimen de Ortega.

Tres músicos fueron detenidos por supuestamente planear la grabación de una canción navideña con un mensaje crítico hacia el gobierno. Los artistas, acusados de “conspiración”, permanecen detenidos sin que se les haya formulado cargos formales.

Los músicos de Masaya Nieves Martínez, Dagoberto Palacios y Juan Pablo Rosales fueron detenidos y luego desterrados a España la tarde del miércoles 13 de noviembre.

Un periodista fue encarcelado por hablar sobre la carestía de los alimentos en su programa de televisión. Las autoridades lo acusan de “incitar al odio” y “propagar noticias falsas”.

Este caso evidencia la censura y la persecución que sufren los medios de comunicación independientes en Nicaragua.

Estos casos se suman a una larga lista de violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Ortega.

Organizaciones internacionales como la ONU y la OEA han denunciado la persecución a opositores, el cierre de medios de comunicación y la restricción de libertades fundamentales en Nicaragua.

La comunidad internacional ha condenado las acciones del gobierno nicaragüense y ha llamado al cese de la represión y al respeto de los derechos humanos.

Sin embargo, Ortega se mantiene en el poder a través de la fuerza y la intimidación, silenciando cualquier voz disidente.