Durante un mes, una mujer vivió junto a su perro en una cabina telefónica por el estricto confinamiento en Shanghái, China, de acuerdo con una usuario en Twitter, quien compartió algunas fotografías sobre la situación de la mujer.
La usuaria Pillar Sen compartió la historia mediante su cuenta de Twitter, donde narró que la mujer vivió un mes en la cabina telefónica hasta que la policía de China la expulsó el pasado 29 de abril.
“Durante el confinamiento en Shanghái, una mujer y su perro vivieron en una cabina telefónica durante un mes. La policía la expulsó el 29 de abril de 2022”.
En el mismo mensaje, la usuaria de Twitter informó que algunos periodistas locales se dieron a la tarea de buscarla hasta que la encontraron y comentaron que tanto la mujer como su perro se encontraban en un lugar seguro.
During Shanghai's lockdown, a woman and a dog lived in a phone booth in Shanghai for a month. She was expelled by police on April 29, 2022. Now she has been found by reporters, and she and her dog are safe.#shanghai #ChinaLockdown #china #COVID19 #Omicron pic.twitter.com/r2L74IN2KX
— Pillar Sen (@PillarVonSen) May 4, 2022
“Ahora los periodistas la encontraron y ella y su perro están a salvo”, escribió en su red social.
La tuitera compartió también algunas fotografías donde se puede ver a la mujer dentro de la cabina telefónica, incluso comiendo a un costado, pero siempre acompañada de su perro. En otra imagen se le ve paseando a su perro y en otra más, aparece al lado de dos médicos de China.
La cibernauta explicó que la mujer recibió ayuda de algunos vecinos del barrio donde se encontraba la cabina telefónica en China, pues le llevaban comida y otros víveres de primera necesidad.
En China imponen estrictas medidas de confinamiento
Ante el aumento de contagios de Covid-19, el gobierno de China implementó estrictas medidas para garantizar su política de cero Covid-19, las cuales incluyen un duro confinamiento, detener 60 líneas del Metro y 148 vías de autobuses.
Además, en ciudades como Shanghái y Beijing los operadores del Metro viven bajo los túneles para evitar contagiarse y provocar un colapso en la movilidad de China.
También se cerraron escuelas, restaurantes, gimnasios y lugares de entretenimiento. Algunas empresas trabajan a distancia, y en los edificios residenciales tienen prohibido salir a menos de que sea indispensable.