Paul Alexander, conocido como “Polio Paul”, el hombre que desafió las adversidades y vivió más de 70 años dentro de un pulmón de acero tras contraer polio en su niñez, falleció hoy a los 78 años.
Alexander, nacido en Texas en 1946, contrajo polio a la temprana edad de seis años. La enfermedad , que en ese entonces era una de las más temidas, lo paralizó de la cintura para abajo y lo obligó a depender de un pulmón de acero para sobrevivir.
El pulmón de acero: su compañero de vida
El pulmón de acero, una máquina inventada en la década de 1920 para ayudar a los pacientes con polio a respirar, se convirtió en una extensión del cuerpo de Alexander. Confinado dentro de la cápsula hermética que bombeaba oxígeno a sus pulmones, pasó gran parte de su vida atado a este artefacto.
A pesar de las limitaciones físicas que le impuso la polio, Alexander se negó a rendirse. Con una determinación inquebrantable, completó sus estudios de secundaria con honores y luego se graduó como Doctor en Leyes por la Universidad de Texas en 1984.
Alexander dedicó décadas a su carrera como abogado, demostrando que la discapacidad no era un obstáculo para alcanzar sus sueños. Incluso, en algunas ocasiones, logró desprenderse del pulmón de acero por periodos cortos, aunque siempre dependió de él en su día a día.
En 2023, Alexander publicó su biografía, “Tres minutos para un perro: mi vida en un pulmón de acero”, un testimonio inspirador de su lucha contra la polio y su determinación por vivir una vida plena. Para escribir el libro, Alexander, con una tenacidad admirable, utilizó un bolígrafo sujeto a un palo que sostenía con la boca.
La historia de Paul Alexander es un ejemplo de fortaleza, resiliencia y del espíritu indomable del ser humano. Su vida, marcada por la polio y el pulmón de acero, nos recuerda que las limitaciones físicas no definen quiénes somos ni lo que podemos lograr.
Sobrevive un apersona más con un pulmón de acero
Con la muerte de Paul Alexander, solo queda una persona en Estados Unidos que aún depende de un pulmón de acero. Su fallecimiento marca el final de una era y nos recuerda la importancia de la vacunación para erradicar enfermedades como la polio.
Paul Alexander será recordado como un hombre excepcional que, a pesar de las adversidades, vivió una vida plena y llena de logros. Su historia nos inspira a enfrentar nuestros propios desafíos con valentía y determinación.
