¡Amenaza casi invisible! Microplásticos contaminan nuestro planeta y nuestra salud
Los microplásticos se infiltran en la alimentación marina, pues se confunden. Los peces, por ejemplo, pueden ingerir hasta 16.2 partículas por hora.
Aunque invisibles a simple vista, los microplásticos se han convertido en una amenaza omnipresente en nuestro entorno. Estas diminutas partículas, derivadas de la desintegración de plásticos más grandes, se encuentran en el agua que bebemos, el aire que respiramos e incluso en los alimentos que consumimos.
Cada año, generamos más de 400 millones de toneladas de plástico a nivel mundial, pero solo reciclamos el 10%. El resto, un alarmante 90%, termina en vertederos, ríos y océanos, fragmentándose en microplásticos que contaminan nuestro planeta.
¿Qué son los microplásticos y en dónde se encuentran?
Los microplásticos, compuestos de polímeros, se infiltran en la cadena alimentaria marina cuando los animales los confunden con alimento. Los peces, por ejemplo, pueden ingerir hasta 16.2 partículas de plástico por hora, lo que equivale a consumir casi una tarjeta de crédito de plástico a la semana.
Estudios recientes han encontrado microplásticos en muestras de agua potable de todo el mundo , con concentraciones que varían entre 10 y 800 piezas por litro. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha alertado sobre las graves consecuencias de esta contaminación: si no se toman medidas urgentes, para el año 2025 los océanos albergarán una tonelada de plástico por cada tres toneladas de peces, y para el 2050 habrá más plástico que peces.
¿Qué impacto tienen los microplásticos en la salud humana?
La presencia de microplásticos en nuestro entorno no solo afecta a los ecosistemas, sino que también representa una amenaza para la salud humana. La inhalación de estas partículas puede provocar irritación y obstrucción nasal, alergias, sequedad en las vías respiratorias e incluso daños en los riñones, el hígado y el cerebro. Algunos estudios sugieren que los microplásticos podrían estar relacionados con el aumento de casos de depresión y ansiedad.
Revertir la crisis de los microplásticos requiere un esfuerzo conjunto a nivel global. Reducir el uso de plásticos , aumentar las tasas de reciclaje y tratar adecuadamente las aguas residuales son medidas esenciales para combatir esta amenaza invisible.
En nuestras manos está la responsabilidad de proteger nuestro planeta y nuestra salud. Adoptar hábitos de consumo responsable y exigir a las autoridades medidas contundentes para reducir la contaminación por plásticos son acciones que podemos tomar para construir un futuro más sostenible.
Es hora de actuar antes de que sea demasiado tarde. Los microplásticos son una amenaza real que requiere atención inmediata.