¡Adiós a los juegos infantiles! Menores en México en el mundo del crimen organizado
Menores son reclutados por el crimen organizado para misiones de halconeo, pues las penas judiciales contra ellos, si son detenidos, son menos robustas.
En un salón de clases, un estudiante fue amarrado y exhibido en un video. Junto con otros estudiantes, simulan una tortura. En la grabación se escuchan sonrisas. Muestran unas tijeras escolares con punta y lanzan un mensaje de advertencia; juegan a ser sicarios, pero de entrada hay una escena de bullying. Algunos menores en México se divierten jugando a ser sicarios.
Se sabe que sucedió en una escuela de San Luis Potosí. Las crónicas periodísticas locales como el portal “Código de San Luis” revelan que se viralizó en redes sociales el 30 de enero pasado y después desapareció. Los padres del estudiante agredido denunciaron y los hechos se investigan.
¿Y los juegos infantiles donde quedaron?
¿En qué momento dejaron de jugar al Burro 16, al avión o a policías y ladrones?, ¿en qué momento volvieron aspiracional la vida de un sicario? Raúl Benítez Manaut, especialista en seguridad nacional, opina al respecto.
“Estos niños se van haciendo una cultura imitando quizá a sus hermanos, a sus papás, en estados donde hay una fuerte presencia del narcotráfico, como Michoacán, Sinaloa, Colima, Jalisco, ahora en Guanajuato y está creciendo por todo el país”, dice.
Menores, reclutados por el crimen organizado como halcones
Más desalentador es saber, que no solo son juegos de un salón de clases. Hay menores reclutados por el crimen organizado. “Los buscan sobre todo para misiones de halconeo y los van entrenando. ¿Por qué niños? Porque las penas judiciales son mucho menores si capturan a un niño en una misión de sicariato”, explica el especialista.
Por lo menos en 2024 fueron detenidos 22 niños sicarios en Sonora, según la delegación regional de la Fiscalía General de la República (FGR). Tan solo el pasado 23 de enero reciente en esa entidad, detuvieron a 10 sujetos de una célula criminal denominada Los Delta, cercana a Los Chapitos. Entre ellos, estaba Valentín “N”, alias “El niño sicario”, de 17 años de edad.
El sicariato como forma de superación
Hay una responsabilidad compartida, dice este especialista. Sí, desde el hogar, pero también campañas desde las escuelas y mejores oportunidades de vida, pero sobre todo, un combate frontal al crimen organizado.
“Hacen mucho alarde, de que tienen novias muy bonitas, que tienen coches, que tienen cosas así y ellos ven la única forma de superarse siendo sicarios”, expresa Raúl Benítez Manaut.